No me canso de escribir sobre las bondades que tiene Almería para residir, trabajar, estudiar, practicar deportes o hacer turismo. Y precisamente ahora que el sector turístico se ha convertido en la locomotora de la aún incipiente recuperación económica me lleva a reflexionar sobre el papel que jugamos todos a la hora de encauzar este ‘gran invento’.
El turismo aporta grandes beneficios y desarrollar medidas y estímulos para mejorar el nivel y la competitividad del sector debe ser la senda a seguir. Pero la calidad del servicio turístico no sólo ha de medirse por la satisfacción del visitante, sino también por la de las necesidades del propio destino turístico. Es bien conocido, por ejemplo, el caso de preciosos lugares mediterráneos donde los desmanes de los turistas han terminado degradando gravemente su imagen. Quizá la inversión centrada en la fiesta ‘non-stop’ ha atraído en demasía a un turismo barato y de juerga sin límite. Y ya lo están pagando. Almería, por el contrario, lejos de ser un destino masificado de turistas, es un lugar con encanto, donde conviven el turismo de sol y playa, de aventura, de naturaleza, de negocios y de cultura. Contamos con un turismo responsable con nuestro entorno y nuestra convivencia. Y ello no es casualidad. Asociaciones, empresarios, administraciones públicas y los propios almerienses hemos hecho posible crear una oferta variada, atractiva y de calidad. Esta es la senda por la que hay que continuar y me consta que tanto la Empresa Municipal de Turismo ‘Almería Turística’ como la Diputación Provincial trabajan de la mano para proyectar nuestra ciudad y provincia como un enclave muy peculiar y diferenciado al resto de destinos y, sobre todo, alejado de la imagen de desenfreno sin límites que ofrecen otros lugares. Sin ir más lejos, junto al sol y la playa, este verano conviven las actividades con motivo del Milenio del Reino de Almería, una apuesta por el turismo cultural y una gran oportunidad para conocer mejor nuestra propia historia, raíces y los pueblos que a lo largo de los años han poblado esta tierra. Fruto de ese trabajo y esfuerzo es que hasta los Reyes Felipe y Letizia se están planteando disfrutar de unos días de vacaciones entre nosotros, con lo que ello supone de promoción para la provincia y, por ende, de crecimiento económico y creación de empleo. De confirmarse los rumores, nuestra provincia será sin lugar a dudas un destino turístico Real.
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