La provincia de Almería, conocida como la "huerta de Europa" por su destacada producción agrícola, se encuentra en alerta tras la detección de un virus que ha comprometido aproximadamente 1.000 hectáreas de cultivos de pimientos. Este brote, identificado como el virus del amarilleo del pimiento (Pepper Whitefly-Borne Vein Yellows Virus, PeWBVYV), está generando preocupación entre los agricultores y las autoridades locales debido a su impacto económico y a la amenaza que representa para la seguridad alimentaria en la región.
Un virus transmitido por la mosca blanca
El PeWBVYV es un paleovirus transmitido por la mosca blanca (Bemisia tabaci), un insecto vector que ha sido durante años un desafío para los cultivos de invernadero en Almería. Según expertos agrícolas, este virus provoca el amarilleo de las venas de las hojas, debilitando las plantas y reduciendo significativamente el rendimiento de los cultivos. Los síntomas incluyen clorosis, deformación de los frutos y, en casos graves, la pérdida total de la producción en las parcelas afectadas.
La información inicial sobre este brote fue compartida a través de plataformas como X, donde usuarios y organizaciones agrícolas, como Phytoma, han alertado sobre la gravedad de la situación. Aunque los datos preliminares apuntan a 1.000 hectáreas afectadas, las autoridades aún están realizando estudios para determinar el alcance real del daño y confirmar la extensión del virus en la provincia.
Impacto en la economía agrícola
Almería es uno de los principales productores de pimientos de Europa, con una superficie cultivada que supera las 10.000 hectáreas anuales y una exportación que abastece a mercados de todo el continente. La pérdida de 1.000 hectáreas representa un golpe significativo para los agricultores locales, muchos de los cuales dependen de esta actividad para su sustento. Se estima que el sector podría enfrentar pérdidas millonarias si no se controla la propagación del virus a tiempo.
Fuentes del sector han indicado que las zonas más afectadas se concentran en los municipios de El Ejido, Roquetas de Mar y Níjar, donde los invernaderos son el pilar de la economía local.
Respuesta de las autoridades
La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía ha anunciado que está trabajando en colaboración con investigadores y asociaciones agrícolas para evaluar la situación y diseñar un plan de contención. Entre las medidas iniciales se encuentra el monitoreo intensivo, así como la promoción de tratamientos fitosanitarios para reducir la presencia del insecto vector.
Además, se están llevando a cabo análisis para confirmar si el virus ha mutado o si existen factores ambientales que hayan favorecido su propagación. Expertos del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA) han señalado que el cambio climático, con temperaturas más cálidas y prolongadas, podría estar contribuyendo al aumento de las poblaciones de mosca blanca, lo que facilita la transmisión del PeWBVYV.
Organizaciones como la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX) han instado al Gobierno central a destinar fondos de emergencia para apoyar a los agricultores afectados y financiar investigaciones que permitan desarrollar variedades de pimientos resistentes al virus. Asimismo, han solicitado una mayor coordinación con la Unión Europea, dado que Almería es un proveedor clave para el mercado comunitario.
Por su parte, los agricultores han comenzado a implementar medidas preventivas, como el uso de trampas cromáticas y redes antiinsectos en los invernaderos, aunque reconocen que estas soluciones podrían no ser suficientes si el brote continúa expandiéndose. "Necesitamos apoyo urgente y soluciones a largo plazo. Este virus no solo afecta a los pimientos, sino a toda nuestra forma de vida", expresó María José Gómez, representante de una cooperativa agrícola en El Ejido.
Un desafío para la "huerta de Europa"
El brote del PeWBVYV pone de manifiesto la vulnerabilidad de la agricultura intensiva frente a plagas y enfermedades emergentes. Aunque Almería ha enfrentado crisis similares en el pasado, como el virus del mosaico del pepino o el Tomato Brown Rugose Fruit Virus (ToBRFV), la rapidez con la que este nuevo patógeno se ha extendido ha sorprendido a la comunidad agrícola.
Los próximos días serán cruciales para determinar si las medidas adoptadas logran frenar la propagación del virus o si, por el contrario, Almería deberá prepararse para una crisis agrícola de mayor magnitud. Mientras tanto, los ojos de Europa están puestos en esta provincia, que lucha por mantener su posición como líder en la producción de hortalizas.