De cinco millones de euros de deuda y once millones de superávit es lo que entre lo que recibió Ismael Torres (PP) como alcalde de Huércal de Almería y lo que le deja a Ángeles Castillo (PSOE) tras la moción de censura de hace un mes.
Esta es la situación que ha provocado que en el pleno celebrado en el Ayuntamiento de Huércal de Almería este lunes, y que acabó con el abandono del mismo por parte del PP.
Según Torres hay 2.000 facturas pendientes de pago solo en el último mes, y la deuda llega al millón de euros, que no se abonan por el interés de los socialistas de perjudicar la imagen del anterior gobierno. Afirma que en bajo su gobierno, las facturas se pagaban en treinta días.
Al pleno acudieron proveedores que aseguraban haberse arruinado esperando el pago del Ayuntamiento de Huércal.