El PSOE resiste en las elecciones generales del 23J en Almería, pero debe tener cuidado debido al crecimiento imparable del PP, que no se resiente con la presencia de Vox como sí le pasó hace cuatro años, y si unimos ambas formaciones, dejan a la izquierda en algo casi irrelevante. Por otro lado, Sumar ha demostrado no tener respaldo en Almería, ya que sus resultados no le han otorgado ni un escaño, probablemente porque más allá de su programa, por la evidencia de tensiones internas.
En las elecciones generales del 23 de julio, el Partido Popular ha logrado imponerse en 69 de los 103 municipios de la provincia de Almería, aumentando sus victorias en comparación con las municipales de mayo. Esto demuestra que no fue flor de un día y que han recuperado el músculo que les flaqueó hace cuatro años, cuando entró con fuerza Vox.
Por su parte, el PSOE ha visto reducido su respaldo en ocho localidades, quedándose con 34 triunfos frente a los 42 obtenidos hace dos meses. Los populares han arrebatado al PSOE el primer puesto en aquellos municipios importantes en los que en las pasadas elecciones municipales éstos obtuvieron mayorías absolutas, como Vícar o Cuevas del Almanzora, e incluso en Níjar donde ganaron también los socialistas. Los socialistas también han mejorado en cuanto a votos, pero hay que tener en cuenta que la participación ha aumentado, por lo que la clave está en el dato porcentual.
Es importante que el PSOE tenga cuidado y busque estrategias, porque es evidente que si a nivel estatal no les ha ido mal, ya que Pedro Sánchez podría pactar con Sumar y recuperar la "entente Frankenstein", eso no puede extenderse ni a Andalucía en general ni a Almería en concreto. En Andalucía, la única provincia en la que han sido lista más votada es en Sevilla, ya que en el resto se ha consolidado la hegemonía del PP, pero tampoco hemos escuchado autocrítica en ese sentido, o tan siquiera análisis de los resultados.
Comparando con los datos de 2019, el PSOE andaluz se ha quedado prácticamente con el mismo número de papeletas, y el PP ha subido 16 puntos en ese periodo, por lo que el "efecto Juanma" se mantiene.
Algo más destacado ha sido eso mismo en Almería, donde el PSOE ha mantenido el porcentaje y subido menos de 3.000 votos, mientras que el PP ha pasado del 26% al 42%.
Pero insisto, ni el menor atisbo de cambio de estrategia en el PSOE almeriense, solo autocomplacencia porque tienen más votos que hace cuatro años.
El caso de Sumar en la provincia es otro ejemplo de la falta de autocrítica real. Y digo real porque a nadie se le escapa que en esta coalición solo estaban a la espera de cerrar el escrutinio para sacar los cuchillos a pasear.
Un ejemplo de ello es el comportamiento del concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Almería, Alejandro Lorenzo, quien ha tenido constantes enfrentamientos con tuiteros de su entorno ideológico, que le reprochaban que no apoyara a Sumar, y que en todo caso solo lo hiciera en aquellas candidaturas que encabezaban militantes de Podemos, y que ni siquiera mencionara a la coalición como tal o diera su respaldo directo a Yolanda Díaz.
El caso de Vox en la provincia de Almería podría resultar hasta cierto punto incomprensible, por cuanto hace solo dos meses cosechó un buen resultado en la provincia y especialmente en la capital, pero ahora ha perdido votos respecto al dato de hace cuatro años, seis puntos menos. La pregunta en este caso sería por qué pasaron de 22 a 33 ediles en las municipales (aunque perdieron presencia en aquellos municipios donde entraron con más fuerza, pero les ha compensado entrar en otros), por qué han tenido ese crecimiento, y luego en las generales, han perdido un diputado.
En este caso, la culpa tampoco es de Vox, y su autocrítica consiste en responsabilizar de ello a los medios de comunicación y al PP. Sí, porque ellos pueden llamarles "derechita cobarde", pero ellos no aceptan ser calificados de extrema derecha... la piel. Será que algunos tienen la piel muy sensible y por eso se dejan barba.