El viernes que acababa la campaña electoral para las elecciones municipales y europeas, la coalición Izquierda Unida-Equo nos invitaba a algunos periodistas a un desayuno para hacer un balance de la misma, y hubo dos preguntas muy parecidas con respuestas también muy similares por parte de la candidata a la Alcaldía, Amalia Román, y versaban sobre el hecho de no haber concurrido junto a Podemos.
Román dijo que no se arrepentía de no ir con los de Pablo Iglesias (o con los de Teresa Rodríguez, que esa es otra…), que no había sido posible la confluencia y punto.
Tanto en la entrevista que le hice para Noticias de Almería como luego, cuando compartimos tertulia en Interalmeria TV, y charlando unos minutos antes de este encuentro informativo, comenté con Román que la encuesta que les dejaba fuera del Ayuntamiento y daba entraba a Podemos solo era comprensible atendiendo a la confusión del encuestado, ya que en las autonómicas fueron IU y Podemos (y otros) juntos como Adelante Andalucía, en las generales como Unidas Podemos, en las municipales en cada sitio de modo distintos, juntos, separados y con nombres diversos, y en las europeas era de nuevo otro nombre y otra historia… y le dije que habían metido a sus votantes en un laberinto.
Mirando los números encontramos la explicación a la debacle de Izquierda Unida en la capital, que por primera vez se queda sin representación, mientras que una desconocida –incluso por sus votantes- sin programa, accede como edil por Podemos.
Podemos logró en la capital para las municipales, 4.119 votos, de un total provincial de 4.598 lo cual deja en evidencia su inconsistencia estructural. Unos 400 votos en las municipales en el conjunto provincial, mientras que la diferencia en Izquierda Unida es de más de 2.000, ya que fueron 3.303 papeletas en la capital y 5.199 en el total de la circunscripción.
Para la comparativa con las europeas lo primero a tener en cuenta es que volvían a ir en coalición Izquierda Unida y Podemos, como Podemos-Izquierda Unida Andalucía, y lograban en la capital 7.702 votos, que son prácticamente un calco de los obtenidos de la suma de IU-Equo más Podemos, por lo que no es una extravagancia pensar que una marca se comió a la otra, un logo al otro, una papeleta a la otra, y que Podemos arrastró.
Otro detalle es que la suma del voto de municipales de ambas candidaturas no llega a los 10.000, y en las europeas la coalición de ambas sube a casi 19.000, el doble casi.
Otro detalle es que la suma del voto de municipales de ambas candidaturas no llega a los 10.000, y en las europeas la coalición de ambas sube a casi 19.000, el doble casi. La falta de presencia territorial de Podemos, los pocos municipios en los que concurría IU, la dispersión de coaliciones, los nombres, y por qué no, quizá su mal trabajo en algunos sitios –recuérdese que apoyaron la moción de censura contra el PP en Huércal de Almería, y ahora Ismael Torres ha ganado con una sobrada mayoría absoluta que castiga a todos los impulsores de la misma- y el espectáculo dado en otros –el concejal Rafael Esteban agarrado a su plus de portavoz hasta la última nómina cuando el partido había decidido que fuera Amalia Román resultó muy desagradable políticamente- seguro que también han influido.
A la próxima, no se lo pongan tan difícil a sus escasos electores… es un consejo.