El 28 de febrero de 1980, Andalucía votó históricamente para acceder a la autonomía bajo el artículo 151 de la Constitución como nacionalidad histórica, un hito que marcó el inicio de una nueva era para sus territorios. Almería, en particular, ha experimentado una metamorfosis radical en los últimos 44 años, como lo demuestran los datos del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía. Desde el aumento de su población hasta la apuesta por las energías renovables, la provincia almeriense es hoy un reflejo de progreso y adaptación.
Demografía: Más habitantes, mayor longevidad
En 1980, Almería contaba con 400.049 habitantes. Cuatro décadas después, la cifra casi se duplica: 770.355 personas residen en la provincia en 2024. Este crecimiento no solo es cuantitativo, sino que también refleja cambios en la estructura social. La proporción de hombres y mujeres se ha equilibrado ligeramente (51,1% hombres frente al 48,9% mujeres en 2024), mientras que la esperanza de vida ha dado un salto notable: de 72,4 años para los hombres y 77,5 para las mujeres en 1980, a 79,1 y 84,7 años respectivamente en 2024. La longevidad, sin duda, es un indicador de mejoras en salud y calidad de vida.
Economía: De la agricultura a la diversificación
El Producto Interior Bruto (PIB) de Almería ha crecido de forma sostenida. En 2008, el PIB alcanzaba los 14.072 millones de euros (21.121 euros per cápita), mientras que en 2024 se sitúa en 19.867 millones (26.281 euros por habitante). Este incremento, aunque significativo, invita a analizar el impacto de la inflación y la diversificación económica.
El mercado laboral también evolucionó. En 1993, había 133.898 afiliados, con casi la mitad en el régimen general (49,7%) y un 17,6% de autónomos. Tres décadas después, las afiliaciones se disparan a 324.141, con el régimen general representando el 62,9%. Los salarios, por su parte, muestran una tendencia alcista: el salario medio anual pasó de 9.527€ en 1999 a 18.037€ en 2023, y el salario mínimo interprofesional escaló de 137€ mensuales en 1980 a 1.184€ en 2024.
Educación: La formación como motor de cambio
El nivel educativo de la población ha experimentado una revolución silenciosa. En 1980, 119.277 personas carecían de estudios primarios, cifra que se reduce a 69.473 en 2024. Los estudios superiores, por el contrario, se multiplican: de 13.659 titulados en 1980 a 134.508 en 2024. Este salto educativo no solo refleja políticas públicas efectivas, sino también una sociedad más preparada para los desafíos del siglo XXI.
Medio ambiente: Protección y sostenibilidad
Almería se ha convertido en un referente en conservación. La superficie de espacios naturales protegidos pasó de 60.149 hectáreas (0,7% del territorio) en 1980 a 1.794.994 hectáreas (20,5%) en 2023. Paralelamente, la producción eléctrica con renovables frente al consumo final se disparó del 0,4% en 2005 al 49,1% en 2023, señalando un compromiso firme con la transición ecológica.
Sociedad: Menos desempleo, más protección social
La Encuesta de Población Activa revela avances en inclusión laboral. En 1977, había 124.550 ocupados y 7.625 parados; en 2024, los ocupados ascienden a 323.576, aunque el desempleo también crece (58.381 parados). En el ámbito social, los dependientes reconocidos con prestación aumentaron del 63,41% en 2014 al 92,98% en 2024, evidenciando una red de protección más robusta.
Los datos no mienten: Almería ha sabido reinventarse. Desde que comenzó la andadura autonómica, la provincia ha crecido en población, riqueza y conciencia social y ambiental. Sin embargo, persisten retos, como reducir el desempleo y garantizar que el crecimiento económico beneficie a todos los estratos sociales. Lo que está claro es que, cuatro décadas después, Almería no es la misma... y su futuro parece prometedor.