Tras una investigación profunda por parte de la Policía Nacional y de la Tesorería General de la Seguridad Social, se ha llevado a cabo una importante operación en la que han sido detenidas once personas presuntamente implicadas en un entramado de empresas dedicadas a defraudar a la Seguridad Social mediante la creación de una red de testaferros y sociedades con gran cantidad de mano de obra para llevar a cabo trabajos subcontratados. Estas actuaciones han supuesto un fraude de 2.477.750 euros. En total se han imputado 23 delitos contra la seguridad social y 22 de frustración de la ejecución.
La Policía Nacional y la Tesorería General de la Seguridad Social han llevado a cabo una operación conjunta para desenmascarar un fraude a la Seguridad Social en el sector de la construcción de invernaderos en la localidad almeriense de Roquetas de Mar. Esta actividad ilícita ha supuesto una estafa de 2.477.750 euros.
Once personas han sido detenidas bajo sospecha de participar en un entramado empresarial dedicado a la defraudación de la Seguridad Social, incluyendo 23 delitos contra la seguridad social y 22 de frustración de la ejecución. Se descubrió que los empresarios detenidos habían copado el sector, utilizando trabajadores de las propias empresas como testaferros y sociedades con gran cantidad de mano de obra que realizaban trabajos subcontratados por otras empresas más grandes. La investigación comenzó en septiembre de 2022.
Después de varios análisis, los agentes descubrieron que había varios empresarios detrás de una compleja estructura societaria. Esta red de compañías permitía a los dueños de la empresa de construcción de invernaderos eludir los pagos de seguridad social de sus empleados, así como los propios impuestos.
Los detenidos formaban parte de una trama empresarial que controlaba el mercado de los invernaderos. Utilizaban trabajadores de nacionalidad rumana como testaferros, así como una gran cantidad de sociedades. Estos empresarios contrataban un gran número de compatriotas para desempeñar distintos roles. Con esta estrategia, los detenidos eran capaces de ocupar una posición dominante en el mercado.
Las empresas contratadas eran conocidas por su gran cantidad de mano de obra, a la vez que ofrecían precios muy bajos al no estar cumpliendo sus obligaciones con los seguros sociales. Esta práctica les permitía aumentar sus ganancias y ser subcontratados por compañías mayores. Esto generó una gran cantidad de fraude por no pago de impuestos y cuotas a la Seguridad Social. Una compleja estructura de sociedades y testaferros dificultó la labor de descubrimiento de los responsables de estas acciones ilegales. Finalmente, once personas fueron detenidas, presuntamente responsables de 23 delitos contra la Seguridad Social, así como otros 22 delitos de impedimento de ejecución.