5.000 personas reivindican la dignidad de Andalucía

Cinco mil personas se han manifestado esta mañana por las calles de Córdoba, conmemorando la histórica movilización del 4 de diciembre de 1977, así como el centenario de tres hitos claves en la historia de Andalucía ocurridos en la ciudad de la Mezquita: el manifiesto de la nacionalidad, la Asamblea Regionalista, y la manifestación obrera en la que se gritó por primera vez el lema “Viva Andalucía Libre”. Convocada por la plataforma ciudadana Andalucía Viva, al llamamiento se han sumado intelectuales y activistas andaluces, así como más de cien colectivos de toda índole: vecinales, feministas, LGTBI, ecologistas, culturales, mareas verdes, mareas blancas, ayuda a domicilio, memorialistas, patrimonialistas, comunidades religiosas, en defensa de la vivienda, de los derechos humanos, agrupaciones de agricultores y ganaderos, sindicatos o partidos políticos.

La manifestación estuvo encabezada por una representación diversa y simbólica de todos ellos, con destacadas personas del ámbito de la cultura andaluza y de colectivos ciudadanos, evidenciando el pluralismo y la naturaleza ciudadana de la convocatoria. Partió a las 12h de los Jardines de Hiroshima y Nagasaki, organizada entre bloques: primero, los colectivos sociales; segundo, los sindicatos; y tercero, los sindicatos. Después recorrieron Ronda de los Tejares, Foro Romano, Tendillas, Alfonso XIII, Capitulares, San Fernando o de la Feria, Puente Romano y Calahorra, para terminar en un emotivo acto donde se leyó el llamamiento por la actriz Marisol Mebrillo y el cantaor Juan Pinilla, y se interpretaron la Murga de los Currelantes y la Verdiblanca de Carlos Cano, el pasodoble de los Majaras “un 4 de diciembre muere un malagueño”, y el himno de Andalucía.

La manifestación fue un acto de reivindicación desde la alegría de la dignidad andaluza para la defensa de nuestra cultura y nuestros derechos sociales, en la que se lanzó mensaje claro hacia una Andalucía autocentrada, justa y solidaria. Una Andalucía que garantice a todas las personas la posibilidad de vivir dignamente y donde nadie sea considerado extranjero. Una Andalucía donde los valores centrales sean la equidad y la democracia en todas las relaciones sociales, sin clasismo, patriarcalismo, racismo ni discriminaciones de ningún tipo, y en la que no existan viejos ni nuevos caciquismos. Una Andalucía con profundas raíces que nos permitan volar y con alas abiertas bajo las que encontrar arraigo. Una Andalucía que no se avergüence de sus mejores tradiciones ni permita la manipulación reaccionaria de estas, y que sea, a la vez, vanguardia de la creación artística y científica.