El presidente de Vox, Santiago Abascal, volverá a Almería para participar en un mitin junto a la candidata al Congreso en las próximas elecciones generales, aunque no con el candidato al Senado.
Lo llamativo del cartel que anuncia su visita es que aparece junto a una bandera “requeté”, que fue una organización paramilitar que participó en la Guerra Civil en apoyo a los golpistas sublevados. Llegaron a tener más de 60 000 combatientes voluntarios repartidos en 67 tercios.
Pero junto a este guiño a los franquistas, choca esa enseña con algunos de los principios que dice defender Vox, ya que los “requetés” son “antiliberales” y los de Abascal se define como “liberales”.
Los “requetés” surgen con la Primera Guerra Carlista, entre los partidarios del Infante Carlos María Isidro de Borbón y de un régimen absolutista, y los isabelinos, defensores de Isabel II y de la regente María Cristina de Borbón, apoyada por los liberales.
Tras la dictadura, el Partido Carlista intentó presentarse a las elecciones, pero el trámite no se hizo en plazo y se quedó fuera, si bien apoyaron la Constitución de 1978.
En la actualidad, frente a la dinastía borbónica que representó Juan Carlos I y su sucesor, Felipe VI, los carlistas o requetés, consideraban heredero al trono español a Carlos Javier de Borbón-Parma, nació en Nimega (Países Bajos), vivió la mayor parte de su juventud en Inglaterra y Francia y nunca renunció al trono de España.
La Ordenanza del Requeté fue publicada en enero de 1934, y era el código al cual todo requeté debía amoldar su conducta, su pensamiento y sus obras. Había sido redactada la misma por Manuel Fal Conde, y su reglamento por el coronel Varela, siendo el primero quien instauró la cruz de Borgoña como bandera de los requetés.
Y ahí está otra contradicción de quien dice defender la legitimidad del actual Jefe del Estado.
El uniforme de los "requetés" es el que inspira el de la policía foral navarra y el de la Ertzaintza, habiendo acabado en filas nacionalistas muchos de sus integrantes porque los calistas eran defensores de los fueros y los derechos históricos de los distintos territorios que conforman el Estado español.
Por último hay que destacar que en el cartel que se ha dado a conocer no aparece entre los intervinientes el candidato al Senado y portavoz de Vox en el Ayuntamiento de El Ejido. Hay que recordar que Juan José Bonilla echó un pulso a la dirección nacional, ya que se empeñó en ser él quien fuera uno de los dos diputados provinciales, contra el criterio de sus jefes. La cosa llegó al punto de que se hizo con el acta, pero acabó cediendo finalmente cuando amenazaron con expulsarle, y ahora le han colocado en la lista del Senado, pero no le darán la palabra en el acto, o al menos no se ha previsto así.
En esa misma línea, Abascal acude a una provincia en la que tras ese enfrentamiento mencionado, la dirige una gestora y no hay fecha para una renovación de la misma, y se han marchado del partido dos concejales a los que amenazaron de expulsión en Roquetas de Mar, donde ya no es necesario para sostener el gobierno del PP.