El debate a tres de RTVE, celebrado el pasado miércoles 19 de julio, mostró las diferencias y los reproches entre los tres candidatos a la presidencia del Gobierno: Pedro Sánchez (PSOE), Yolanda Díaz (Sumar) y Santiago Abascal (VOX). El gran ausente fue el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que rechazó participar en el encuentro moderado por el periodista Xabier Fortes.
Sánchez y Díaz elevaron a Abascal como el principal adversario y le asociaron con Feijóo, al que acusaron de formar parte del “tándem” de las derechas que “amenaza la convivencia” y afirmaron al unísono que el de Vox estaba allí en representación o como delegado del popular (una semana antes, Sánchez hacía lo mismo pero a la inversa en el cara a cara). El candidato socialista defendió su gestión de la pandemia y de la recuperación económica, y se presentó como el único capaz de garantizar la estabilidad y el progreso. La candidata de Sumar hizo propuestas en materia de empleo, pensiones, vivienda y fiscalidad, y confrontó con mayor energía con Abascal, al que calificó de “machista”, “racista” y “homófobo”.
Abascal, por su parte, hizo una enmienda a la totalidad al Gobierno de Sánchez y a sus socios, a los que acusó de ser “cómplices” de los separatistas, los terroristas y los comunistas. El líder de VOX defendió la unidad de España, la libertad educativa, la bajada de impuestos y la expulsión de los inmigrantes ilegales. También cuestionó la “ideología de género” y el feminismo radical, y negó la existencia del cambio climático.
El debate tuvo tres bloques temáticos y un minuto final para cada candidato. Hubo varios momentos de tensión y choque frontal entre los participantes, especialmente entre Díaz y Abascal, que se interrumpieron y se lanzaron acusaciones mutuas. Algunos de los temas más polémicos fueron la reforma laboral, la violencia de género y la inmigración.
El próximo domingo 23 de julio se celebrarán las elecciones generales, en las que se elegirán 350 diputados y 208 senadores.