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Un hombre acusado de dos delitos de robo con violencia en Almería ha sido absuelto por una juez, a pesar de que la Fiscalía solicitaba diez años de prisión. El acusado, que había estado en prisión provisional desde el 16 de septiembre a la espera de juicio, ha sido puesto en libertad debido a las “dudas” planteadas para identificarlo plenamente.
Se le acusaba de haber atracado a punta de pistola a un hombre en la calle y a la propietaria de una pollería de la capital en un mismo día. Sin embargo, durante el juicio, ninguno de los perjudicados pudo ratificar que el acusado fuera el atracador, ya que este llevaba la cara tapada.
La juez señaló que las características del acusado no coincidían con la descripción del autor de los hechos proporcionada por la primera de las víctimas. Además, la identificación realizada por la mujer en base a un reconocimiento fotográfico en dependencias policiales fue considerada “insuficiente” si después “no se ratifica” en el acto de juicio.
La juez también señaló las “dudas fundadas” sobre la fiabilidad del reconocimiento fotográfico, sugiriendo que podría haber sido “influenciado por las manifestaciones espontáneas de los vecinos del lugar” quienes identificaron al acusado como autor del robo.
El atracador que asaltó la pollería se llevó consigo la caja registradora, sentido en el que la juez también hace referencia al hallazgo en la casa del acusado de seis tickets de compra correspondientes al establecimiento, si bien señala que en el momento en el que se hizo el registro, con el sospechoso ya detenido, la puerta de la vivienda estaba arrancada y el bombín tirado en el suelo.
"Cabe la posibilidad de que los referidos efectos hubieran sido depositados en el domicilio del acusado por cualquier otra persona y, en tal sentido, huelga decir que la versión exculpatoria proporcionada por aquél no resulta manifiestamente arbitraria e ilógica y que no puede descartarse de manera absoluta, al presentar ciertos visos de credibilidad por resultar la misma plausible", estima la magistrada.
El acusado negó su participación en los hechos y aseguró que los vecinos “le tienen manía” y por eso “han ido a por él”. En su sentencia, la juez no ve probado que el acusado fuera la persona que cometió los robos el 13 de septiembre del pasado año.
La sentencia es recurrible en apelación.
Si (
No(