El desmantelamiento de la pasarela peatonal de Renfe visibiliza el inicio de las demandadas obras de la segunda fase de la integración ferroviaria en Almería. El ansiado soterramiento de las vías, de acuerdo al proyecto consensuado entre Ayuntamiento, Junta de Andalucía, Adif y Gobierno de España, además de facilitar la también esperada llegada del AVE suponen una oportunidad histórica para seguir transformando la ciudad y cerrar una brecha que viene dividiendo la capital.
La desaparición de la pasarela, más allá de cualquier atisbo de incomprendida nostalgia, debe entenderse como el hito que es. Un primer paso efectivo en nuestra ciudad del inicio de estas necesarias obras, permitiendo con ello despejar el espacio que ocupará, provisionalmente, la estación intermodal en su camino también hacia el nuevo diseño que incluye este proyecto. Además, y como parte de esta actuación, se dará continuidad a la calle La Marina, uniendo esta con Carretera de Ronda.
Pasos que hoy debemos felicitar y que, sin solución de continuidad, tendrán como próximos hitos, a comienzos de año, el derribo del puente de Los Molinos, y ya en marzo la interrupción del tráfico ferroviario hasta la conclusión de las obras, previstas para 2026, como así se ha establecido en el convenio suscrito hace unos meses, para la ejecución de un proyecto que supondrá la inversión conjunta de algo más de 230 millones de euros.
Conviene destacar el empeño municipal por alcanzar dicho acuerdo, signado institucionalmente por Ayuntamiento, Junta y Gobierno, entendiendo esta actuación como la más importante que verá la ciudad de Almería en esta Corporación y que debiera venir culminada con la llegada de la Alta Velocidad.
2026 sigue siendo la fecha comprometida por el Gobierno –ojalá que se cumpla– y que de esta forma quede completada la demanda histórica que desde nuestra ciudad se viene haciendo por una mayor y mejor conexión ferroviaria. En esta tarea seguiremos desde el Ayuntamiento, con lealtad institucional, pero firmes en la reclamación del cumplimiento de los plazos prometidos.
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