En un año en el que la pandemia ha marcado irremediablemente el desarrollo económico, parece que los andaluces pueden comenzar a tener motivos para creer en la recuperación. Uno de los indicadores de desarrollo, el número de empresas constituidas, parece mostrar una tendencia de aumento, e indica una notable mejoría respecto al año pasado.
Málaga se coloca a la cabeza respecto al aumento de variación positiva en el número de sociedades mercantiles, cerrando febrero de este año con un 22’28% más de empresas que en el mismo mes de 2020. La tasa de variación interanual en la constitución de sociedades se sitúa en un 14’02% para toda Andalucía, media que Almería supera con creces.
La evolución de estos números permite apreciar también el impacto que ha tenido la pandemia en la economía de la provincia: se aprecian importantes bajadas en abril y agosto de 2020, coincidiendo con la parte más cruda del primer confinamiento y el comienzo de lo que posteriormente sería la segunda ola del coronavirus.
Durante el verano el desarrollo se vio condicionado por las restricciones que afectaron sobre todo al resto de países: los cierres que comenzaban a repetirse de manera internacional golpearon con fuerza durante la temporada alta del turismo, lo cual truncó la recuperación que se había iniciado a principios de verano.
Las bruscas subidas y bajadas en el indicador se corresponden, de esta forma, con el aumento de restricciones y su consecuente impacto económico. Es por esto mismo que la recuperación definitiva vendrá marcada por la evolución de la pandemia a lo largo de este año y los siguientes: fuentes como el Informe Loyola Outlook auguran un crecimiento ralentizado para la comunidad andaluza, que vendrá además fuertemente condicionado por los posibles rebrotes y el ritmo de vacunación.
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