Hace unos días, daba comienzo en Almería el rodaje de La vida era eso, primera película de ficción del director David Martín de los Santos. El film, que estará protagonizado por las actrices Anna Castillo y Petra Martínez, se rodará, además de en la localidad belga de Gante, en los parajes naturales de Cabo de Gata.
Se trata de una producción modesta, sobre todo en comparación con algunas de las producciones internacionales que han pasado por tierras almerienses en los últimos años, desde la serie Juego de Tronos hasta la mega producción Exodus: dioses y reyes del director Ridley Scott, pero sirve de ejemplo para demostrar que Almería sigue siendo, como reza el eslogan, “tierra de cine”.
La película de Scott, que se rodó en Almería en 2013, supuso un antes y un después en la industria cinematográfica de la provincia. Todavía no se ha vuelto a aquellos años dorados de la década de los 60 y principios de los 70 en los que había varias producciones de Hollywood rodándose en tierras almerienses al mismo tiempo. Pero sí supuso el principio del resurgimiento del sector; volvió a colocar a Almería en un primer plano en cuanto a destinos internacionales para rodajes de cine y televisión de máximo nivel.
Todo el mundo, por poco aficionado al cine que sea, tiene una idea clara de cómo es la ciudad de Las Vegas gracias al gran número de películas en las que aparece, casi todas con una temática similar. Cuando viajamos a Nueva York por primera vez, es inevitable tener la sensación de haber estado allí antes, debido al peso que tiene esta ciudad en los filmes en que aparece, como si fuera un personaje más. Sin embargo, Almería se camufla. El último ejemplo podemos verlo en el tráiler de la nueva entrega de la saga Terminator. En esos dos minutos y pico que avanzan Terminator: destino oscuro, que se estrenará el próximo 1 de noviembre, hay imágenes del desierto de Tabernas.
Esa capacidad de los parajes almerienses de poder ser cualquier sitio (real o no), es a la vez positiva y no tan positiva. Por un lado, su versatilidad les permite adaptarse a todo tipo de obras cinematográficas, pero, por otro, es difícil situarlos, saber que esas impresionantes imágenes se han rodado en Almería.
Por eso, se hace necesario un esfuerzo extra de promoción, de dar a conocer ese tesoro. Recientemente, el sector audiovisual español demandaba reformas que ayuden a que el país pueda competir con otros “platós naturales”, como pueden ser Malta o Italia.
En Almería, existe una oficina específica de la Diputación Provincial, Filming Almería, dedicada a la promoción y gestión de rodajes en la provincia. Pero parece que hace falta más. Sobre todo, que haya más acción en lugar de mera proyección.
A principios del pasado mes de mayo, se daba por sentado que el ambicioso proyecto de la Ciudad del Cine de Almería recalaría en Níjar. Sin embargo, al poco tiempo, la Junta de Andalucía aclaraba que todavía no hay nada aprobado de manera definitiva. Por lo tanto, parece que todavía habrá que esperar para ver cómo se concretiza un proyecto que pretende ser el empujón definitivo a la industria cinematográfica en Almería.
Por el momento, la provincia lucha por ser tenida en cuenta y quiere hacer valer un pasado del que ninguna otra región de España puede presumir. Unos méritos que no han tenido el suficiente peso para la Andalucía Film Commission de cara a su propuesta para los premios europeos Set of Culture Award.
El objetivo de estos galardones, que dependen de la European Film Commissions Network, es dar a conocer y valorar las localizaciones y la herencia cultural que se refleja en el cine y la televisión. La Andalucía Film Commission presentó varias candidaturas a estos premios, pero ninguna de ellas pertenece a la provincia de Almería. Las propuestas andaluzas fueron la Plaza de España de la ciudad de Sevilla, Itálica en Santiponce, también en la provincia de Sevilla, la Alhambra de Granada, el monumento a las Cortes en Cádiz, y el puente romano de Córdoba.