Almería sale ganando en Andalucía
Por
Ramón Fernández-Pacheco Monterreal
domingo 20 de enero de 2019, 05:00h
Add to Flipboard Magazine.
La histórica toma de posesión de mi presidente y amigo Juanma Moreno como primer Presidente no socialista de la Junta de Andalucía abre para nuestra comunidad y nuestra provincia un tiempo nuevo y esperanzador. Un período que pone en valor el mandato que una amplia mayoría de andaluces formuló libre y democráticamente en las urnas en las elecciones de hace unas semanas. Los andaluces nos merecemos una Junta de Andalucía preocupada por resolver los problemas reales de la gente y no una Junta de Andalucía dedicada a ser la tabla de salvación de los amigos, compañero y afines del PSOE. Y esa es la Andalucía que va a poner en marcha el Presidente Moreno Bonilla. Una Andalucía que va a abrir las ventanas y levantar alfombras para que entre un aire nuevo que limpie, refresque y modifique las muchas cosas que no funcionan en Andalucía después de casi cuarenta años de régimen socialista. Toda esta regeneración cuenta con la ventaja de un hecho para mí indiscutible: la Andalucía real, la que exige cambio, se ha impuesto ya a la Andalucía oficial y ha dicho basta de tanto abuso y de tanta corruptela. Y estoy seguro de que con el gobierno de Juanma Moreno veremos llegar a una Andalucía que se desafíe a si misma a crecer, a mejorar y a progresar de verdad. Los andaluces estamos preparados para asumir el reto de traspasar la zona de falso confort que nos ha delimitado la Junta del PSOE y vamos a superar el miedo a perder la perspectiva que nos han creado artificialmente los socialistas. En definitiva, es hora de pensar en grande y a lo grande. Para ello, los almerienses podremos contar por primera vez con un gobierno capaz de mirar a los ojos a nuestra provincia y otorgarle el sitio que el talento, la potencialidad y el empuje de todos sus sectores le hacen merecer. Algo que hasta ahora había chocado con el factor limitante de un PSOE ajeno a nuestra realidad y a nuestras demandas, y con unos representantes locales sometidos y temerosos al poder orgánico socialista. Almería sale ganando y yo, como Alcalde de Almería, me comprometo a seguir cumpliendo lo que anuncié en mi toma de posesión: defender los intereses de Almería allá donde sea necesario, sin reparar en el color político de mis interlocutores. Lo hice antes y lo seguiré haciendo ahora, y con más fuerza si cabe. El cambio ha llegado a Andalucía y, créanme, no se trata de algo pasajero.