Los datos demuestran que inmigración y delincuencia son dos elementos que no están directamente vinculados, como pasa con la provincia de Almería, que une a su altísima tasa de población extranjera, una tasa de criminalidad por debajo de la media.
A pesar de que algunas formaciones políticas insistente en relacionar directamente inmigración y delincuencia, si analizamos las cifras que Noticias de Almería recoge del INE y del Ministerio del Interior, esto no es así.
La tasa media de criminalidad en Almería se situó en 2021 en 35,7 delitos por cada 1.000 habitantes, lo que coloca a la provincia 5,6 puntos por debajo de la media estatal, que ha estado en 41,3 infracciones penales por 1.000 habitantes, según recoge el Balance de Criminalidad consultado por este medio.
Con ser positiva esa situación, hay que recordar que las Fuerzas de Seguridad han tenido conocimiento durante 2021 de un total de 1.960.113 infracciones penales, de donde se deduce la tasa mencionada, y que es las más baja más baja de toda la serie histórica reciente, de la que hay que excluir el 2020 por las especiales circunstancias que creó la pandemia del COVID-19.
Eso se contrapone con otro dato, y es para ese mismo año, la provincia de Almería tenía alrededor del 20% de población extranjera, en tanto que la media española no llegaba al 13%. Es decir, que en Almería, con mucha más inmigración, hay muchos menos delitos.
Así, en Almería, se contemplan los datos a nivel provincial (26.110 infracciones penales entre enero y diciembre) y los de Almería ciudad (7.238 infracciones penales); Adra (710); Níjar (1.558); Roquetas de Mar (5.171); Vícar (1.264) y El Ejido (3.306).
Aunque la inmigración ha ido aumentando de modo sostenido en el tiempo, la tasa de criminalidad se ha ido reduciendo de modo constante desde al menos 2010, cuento estaba en 52 delitos por 1.000 habitantes, y si bien en 2021 subió, lo hizo respecto a 2020 –cuando el confinamiento por covid19- pero está por debajo de 2019, cuando era más de tres puntos superior a la del pasado año.
Profundizando más en la comparativa entre las ciudades almerienses de más de 20.000 habitantes, se observa que la capital almeriense, con un 11,4% de extranjeros, presenta una tasa de criminalidad de 36 por mil habitantes, y Adra, con el 14,4% de población no española, tiene una tasa de delincuencia de 28, y ambos casos destacan por estar en caso en la media, y en el otro por debajo de la media delictiva estatal.
Por otro lado, si en la capital con el 11,5% de extranjeros hay 36 delitos por cada mil habitantes, parecía lógico que en El Ejido, con el triple, se multiplicaran en la misma proporción, pero no es así, solo hay cuatro puntos más de tasa criminal, y lo mismo cabría decirse de Vícar, que con el 32% de su población extranjera, siendo la media española del 13%, también debía crecer en la misma proporción la delincuencia, pero no es así, ya que está en 46 casos por mil habitantes.
Caso peculiar sería los que presentan Níjar y Roquetas de Mar, ya que ambos alcanzan los 49 delitos por cada mil habitantes, pero en el primero de los casos los extranjeros suponen el 67%, y en el segundo el 30%. En ambos casos tiene solo algo más de tres delitos por cada mil habitantes sobre la media estatal, mientras que su población foránea duplica y hasta triplica la media española.
DETENIDOS IRREGULARES
Los datos consultados por Noticias de Almería dejan en evidencia la criminalidad que algunos sectores atribuyen a los inmigrantes irregulares que llegan a la provincia. Éstos no son, ni de lejos, los principales causantes de la inseguridad ciudadana, tal cual reflejan la información a la que ha tenido acceso este medio y que detalla que hasta septiembre de 2021, eran 41 los extranjeros indocumentados que habían sido detenidos por infracciones penales en la provincia de Almería.
Para valorar esa cifra hay que ponerla en relación con el total de personas detenidas en un año. De este modo, y según el Ministerio del Interior, en 2020 fueron arrestadas e investigadas 9.661, y el año anterior llegaron a 10.493. De mantenerse la media, al mes serían unos 90 detenidos, en ocho meses 720, de los que el 5,7% correspondería a este tipo.
Cosa bien distinta es si la referencia no se toma sobre los extranjeros irregulares sino sobre los extranjeros en general, ya que los detenidos e investigados en 2019 fueron 3.885, y en 2020 bajaron a 3.743. Así, mientras algo más del 20% de la población almeriense es extranjera, representa alrededor de un tercio de las personas detenidas e investigadas cada año.