Joder con el año que comienza. Si el 2025 se nos presenta así, lo que nos espera puede ser como para bajarse de él. ¡Me bajo me bajo me bajo! Pero ¿cómo puñetas lo hago? Para comenzar enero nos quiere subir doña Mónica García, ministra ella, el copago farmacéutico, necesitan más dinero más dinero más dinero los señores del gobierno. Tienen muchas gargantas que alimentar y bolsillos a los que pagar sueldos. Están empeñados en que paguemos peaje en las autovías, lo dice Europa, y esta vez parece que no se lo inventa Pedro Sánchez, que nos anuncia que va a seguir haciendo leyes con los mismos, Moreno Bonilla no quita ni una de las que hizo el Psoe en años anteriores, y nos anuncia una más sobre medio ambiente. Y a partir de hoy, no habrá marisco fresco en el mercado, cuestión que ya ocurría todos los años en esta misma fecha, el uno de enero, no andan nuestros cuerpos como para ir a la plaza a comprar marisco fresco.
¿Y mañana? Ese es la cuestión, que los armadores han decidido, supongo por aquello de fastidiar al personal, que no van a faenar, que no vamos a tener en los mercados marisco fresco. Y el año no ha hecho nada más que comenzar. Dentro de unos días, demos unas semanas por si acaso, estamos de él y de los que lo rigen hasta los mismísimos cataplines.
Los barcos decidían si a partir de hoy, uno de enero del 25, salían a faenar, pero mañana, y ahí empieza el problema, seguirán amarrados a puerto. Y nosotros sin Ave. Lo de no faenar este día vienen haciéndolo cada año. No es cosa de salir de pesca tras una noche de alegría, jarana y fiesta. Se podrían reír de ellos las gambas. El problema estriba en que mañana, día dos del nuevo año, tampoco lo harán, y empieza la alegría tensa de los que pescan y de los que venden sus productos en los mercados. La flota, cansada de políticas y de políticos, ha decidido no salir a las aguas de ese mar que la rodea, y los puestos de pescao de los mercados centrales se van a quedar sin marisco fresco que vender. No voy a decir que me llama la atención, se veía venir el hartazgo de los armadores con los jerifaltes de los mares del sur, esos que se han convertido en dueños de vidas y haciendas, en este caso de las vidas de las gambas y de los barcos que las extraen de los fondos marinos. Les vienen tocando las tráqueas a los hombres desde hace tanto tiempo, que estos se han cansado y han decidido contestarles de la única forma que saben, haciendo que sus barcos no salgan a faenar.
Por si no lo sabe, a partir de hoy conducir por el casco histórico de la capital está prohibido para según qué coches, pero nos dice la alcaldesa que en estos primero días la policía no va a multar, va a aconsejar. ¡Qué bonicos son!
Empieza el 25 como para estar contento. Por si acaso, espero que se haya levantado tarde en el día de hoy, que comience el despertar del año sin prisas, que lo espere la salida del sol, si quiere, y usted, tras una noche de fiesta y alegría, siga durmiendo la alegre mona de una nochevieja. Solo hay una cada año, y como los políticos sigan así son capaces de estropearla. Ah, y si le gusta la música, le espera la marcha de Radetzky en la tele. Se consuela uno haciendo palmas.
Pd. Lo de despedir el año con tomates tuvo su punto. Mejor que lentejas, hay países que así lo hacen, pero hay que apostar por que sea el mismo día 31 y con las campanadas reales. Apuesten para la despedida de este.