Que la inflación está disparada en Almería no es una excepción, y aunque los más de siete puntos que presentaba la provincia en el último mes están por debajo de la media andaluza y estatal, que roza los diez, es sin lugar a dudas un pésimo dato.
Eso significa que todo nos resulta más caro, y que por lo tanto la necesidad de los almerienses de acudir a minicréditos rápidos se ha convertido en algo habitual, ya que permite contar con liquidez inmediata para afrontar gastos imprescindibles cuyo precio se ha elevado por encima de lo razonable.
En ese sentido, el mejor consejo es comenzar por comparar préstamos, cuales son las cantidades mínimas y máximas que se pueden solicitar según cada plataforma, los requisitos que piden, y también las condiciones de devolución, teniendo en cuenta que en ocasiones, para el primer crédito, y dentro de un determinado plazo, los intereses son cero.
Pero eso solo resuelve una parte del problema -lo sabe bien mucha gente porque se ha producido un aumento en la solicitud de microcréditos - que es cómo pagar, y queremos darte algunos consejos sobre cómo reducir tus gastos en el día a día. Es posible que estas propuestas puedan parecerte de poca entidad, pero de lo que se trata es de que entre ellos y los préstamos, puedas superar esta situación en la que estamos metidos.
—Electricidad: El Gobierno ha reducido impuestos en el recibo de la luz, pero aún así el precio es muy elevado para el bolsillo medio. Podrías llegar a ahorrar más de 50 euros al año con solo evitar dejar tus electrodomésticos en stand by, también puedes ahorrar si ajustas las recargas de la batería del móvil o la Tablet, o incluso el patín eléctrico, para hacerlas a las horas más económicas, si reduces el número de lavadoras que pones, ajustas la temperatura del frigorífico y el congelador, pero también si acostumbras a quedarte dormido viendo la televisión, recuerda que puedes programarla para apagado automático.
—Combustible: También ha habido alguna minoración impositiva, e incluso ayudas directas para bajar el precio, pero igualmente es muy alto. El transporte público es más económico que el privado por lo general, pero si necesitas usar tu propio vehículo, piensa en compartirlo con compañeros y así reducir costes, y analiza si es imprescindible que llegues de una puerta a la otra, o si podrías dejarlo aparcado antes y hacer parte del trayecto a pie, o en transporte público para evitar el consumo extra que supone el atasco dentro del núcleo urbano. Además, procura tener una conducción eficiente en todo momento, pudiendo ayudarte de los propios asistentes que llevan los vehículo, como el de mantener velocidad de crucero, o el que te muestra el consumo en tiempo real.
Ahí tienes dos elementos claves que han impulsado hacia arriba la inflación, y sobre los que podemos actuar de modo personal y directo, porque una vez que esto pase —que pasará— serán unos comportamientos positivos que se quedarán entre nuestras costumbres.