El Gobierno de Pedro Sánchez sigue insistiendo en que el AVE llegará a Almería en 2026, pero los hechos se empeñan en lo contrario. Hace poco más de una semana, la alcaldesa de la capital, Maria del Mar Vázquez, participaba en un acto reivindicativo en Lorca (Murcia), donde las obras del soterramiento se acaban de adjudicar, con un plazo de ejecución estimado en 32 meses (siendo uno de los tramos más retrasados y complejos) para exigir un impulso a unos trabajos que no van al ritmo necesario y sin los cuales es imposible que la alta velocidad llegue a nuestra ciudad.
El Gobierno, y sus terminales políticas, insisten en sus declaraciones públicas en que todo va sobre raíles, pero la realidad es que la inversión en nuestra provincia para la Alta Velocidad entre 2019 y 2023 ha sido de 428 millones de euros de los 1.775 presupuestados, tan solo un 24 por ciento de lo comprometido, según respuestas del propio Ejecutivo a preguntas del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados.
A la vista de estos datos objetivos, del ritmo de ejecución que anualmente tiene esta infraestructura y de las pruebas que habrá que hacer para garantizar la seguridad de la línea una vez finalizada nos encontramos, ya de hecho, en una situación muy, muy complicada como para que el AVE sea una realidad en 2026 en Almería, ni en 2027 y veremos a ver si en 2028.
Ante estos más que justificados temores, el Partido Popular solicitará la comparecencia en el Congreso del ministro de Transportes, Óscar Puente, para que pueda dar cumplida respuesta a las más que razonables dudas, desde luego muchas más que certezas, que los almerienses tenemos sobre la fecha real para la llegada del AVE.
A tenor de los precedentes, mucho me temo que nuestra provincia volverá a ser víctima de una nueva mentira continuada de un Gobierno más preocupado en levantar muros entre españoles y amnistiar por un puñado de votos a quienes planificaron y ejecutaron un intento de golpe de estado en Cataluña que en gobernar el país. ¿He dicho mentira?. Perdón, Pedro Sánchez nunca miente, cambia de opinión.
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