La Navidad en Almería, como la feria, es de esas cosas que cada cual valora según cómo la haya vivido. Unos la encuentran mágica, llena de luces, color y alegría, mientras que para otros puede ser solo un parpadeo intermitente de lucecitas molestas y un montón de papeles de regalo por recoger, y a veces se tarda en ello más de la cuenta.
Y como cada año, escuchar a los políticos dar su veredicto sobre cómo ha ido la Navidad es un ejercicio que, sinceramente, parece un déjà vu. A quienes gobiernan el ayuntamiento les parece todo espectacular, mientras que los de la oposición aseguran que ha sido un desastre total. Nada nuevo bajo el sol.
No entraré a valorar mi propia experiencia navideña, cada almeriense tiene su Navidad a medida, pero sí me permitiré echar un vistazo a lo que dicen los políticos, que al fin y al cabo son quienes nos representan, aunque a veces parezca que viven en mundos paralelos.
Diego Cruz, el concejal de Cultura, lo tiene claro: ha sido un éxito rotundo. ¿En base a qué? Pues en los datos de participación en las innumerables actividades programadas. Para él, todo ha salido como un reloj suizo.
Por otro lado, el socialista Antonio Ruano parece que se quedó con la mosca detrás de la oreja. Lo peor, según él, fue que el encendido navideño se hizo en la Plaza de las Velas en lugar de Puerta Purchena. ¿Y eso es un drama? No sé ustedes, pero cambiar de ubicación no me parece la hecatombe del siglo. Además, hay vida más allá del centro.
¿Más iluminación en otros barrios? Claro, siempre viene bien, pero ¿por qué no tener esa iluminación durante todo el año? Algunos barrios parecen desiertos una vez que retiran las lucecitas navideñas. Por cierto ¿no son las asociaciones de vecinos y de comerciantes quienes habitualmente indican dónde? ¿Se ha hecho ahora de modo distinto?
Ah, los caramelos. ¿Qué sería de la Navidad sin la polémica de los caramelos? Parece ser que ahora hay que comprarlos a empresas locales. Bien, suena bonito, pero tal vez éstas los acaban comprando en las de fuera, y al final nos saldría más caro ¿Qué parecería eso al PSOE? En todo caso es evidente que el Ayuntamiento no excluye a nadie cuando licita la compra de este producto, y pueden concurrir cuantas empresas quieran, domiciliadas donde les parezca oportuno. Se llama libertad de mercado. Y también transparencia. Asegura el concejal Antonio Ruano que ha costado 13.000 euros más ¿qué sabe él que no sabemos los demás? ¿Se han pagado 13.000 euros de más a la empresa adjudicataria sobre lo que ofertaban otras empresas locales? ¿Ha habido prevaricación? ¿Ha sido puesto en conocimiento de la Fiscalía?
Y la falta de ambición en la cabalgata. ¿Qué quieren exactamente decir con eso? ¿Cuánto hay que gastarse para cumplir con sus estándares de ambición? ¿más pasacalles, distintos, más largos, más espectaculares? ¿tal vez protagonizados por empresas locales como los caramelos? Parece que siempre hay algo de qué quejarse, incluso en los desfiles navideños.
En fin, que cada cual saque sus propias conclusiones sobre cómo ha sido la Navidad en Almería. Mientras algunos celebran el éxito rotundo, otros encuentran defectos en cada esquina. Pero al final del día, lo importante es que cada almeriense tenga su propia Navidad a medida, con luces, caramelos y la dosis justa de quejas políticas.