El Observatorio de Calar Alto, el más grande de Europa continental, celebra su 50 aniversario con diversas actividades para dar a conocer su trabajo y logros. Durante estos años, se han realizado importantes descubrimientos, como la detección de exoplanetas habitables. Sin embargo, el observatorio enfrenta desafíos, como la contaminación lumínica y la necesidad de más inversión económica. A pesar de esto, continúa desarrollando nuevos instrumentos y proyectos para seguir avanzando en la investigación astronómica.
El Observatorio más grande de todo el continente europeo está de celebración, y es que cumple 50 años. Es por esta razón que durante los próximos meses se llevaran a cabo diferentes actividades y que de esta manera la población vea su trabajo y su historia.
50 años de trabajo
Se trata del centro Astronómico más grande de la Europa continental, situado en la Sierra de los Filabres, en “Calar Alto”, su pico más alto con 2.168 m de altura, dentro del municipio de Gérgal (Almería).
Fue en 1970 cuando “después de una campaña de monitoreo de calidad del cielo en diferentes puntos, la Sierra de los Filabres es la que obtiene los mejores resultados, firmándose así tres años después los acuerdos internacionales entre los gobiernos alemán y español, y dando lugar al observatorio de Calar Alto” nos explica Jesús Aceituno, actual director del observatorio.Es así como en 1973 empieza su construcción y en 1975 tiene lugar la inauguración del Centro Astronómico Hispano-Alemán (CAHA), bajo la dirección del Instituto Max Planck de Astronomía y siendo el astrónomo Kurt Birkle el primer director.
En el mismo año de la inauguración, 1975, se pone en marcha también el primer telescopio, de 1,23 metros, llegando después tres telescopios más: el telescopio 2,2 metros, el telescopio 3,5 y el telescopio Schmidt, éste último trasladado desde Hamburgo en 1976.
Pero actualmente el observatorio cuenta con cinco telescopios, y como señala Jesús, “el telescopio más grande tiene 50 metros de altura y pesa entorno a media tonelada solo la parte móvil”.
La salida de Max Planck
Hasta 2005 el observatorio pertenecía exclusivamente al Instituto de Max Planck de Astronomía, pero en este mismo año se firmó un acuerdo para que el CSIC, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, a través del Instituto de Astrofísica de Andalucía, operará conjuntamente en una proporción del 50%.
Por otro lado, Max Planck anuncia su marcha en el año 2018, dejando vacante su puesto, el cual empieza a ocupar a principios de 2019 la Junta de Andalucía, cambiando así el nombre del observatorio a Centro Astronómico Hispano en Andalucía (CAHA) y pasando a ser 100% español.
Medio siglo de descubrimientos
En 1994 el cometa Schoemaker-Levy9 impactó contra Júpiter. Fue la primera evidencia directa de una colisión mayor en el sistema solar, y de como estas colisiones catastróficas podrían ocurrir y afectar a la Tierra. Calar Alto fue el primer observatorio en verlo gracias a la cámara infrarroja MAGIC montada en el telescopio de 3,5 m.
El asteroide 2009 DS36 fue hallado por el astrónomo Felix Hormuth desde el Observatorio, mientras pasaba por delante de la constelación de Leo. Desde el centro puntualizaron que “su rápido desplazamiento por el cielo sugería que tenía que hallarse no muy lejos de la Tierra y, de hecho, la órbita preliminar demuestra que se trata de un objeto cercano a la Tierra”. Fue el primer cuerpo de esta clase descubierto desde Calar Alto.
Pero cincuenta años han dado para mucho. En estos años se ha detectado la confirmación de un planeta de tamaño lunar, el descubrimiento de planetas gigantes que orbitan alrededor de estrellas enanas rojas, un nuevo planeta bautizado como Gliese 486b y muchos otros hallazgos más.
Aunque uno de los hallazgos que podríamos destacar más, ha sido el descubrimiento de exoplanetas habitables, detectados por CARMENES. “Hasta la fecha se han descubierto entorno a 60 exoplanetas. Entre estos, hay 15 con zonas de habitabilidad” nos cuenta Jesús. “Se buscan planetas que tengan la forma lo más parecida a la tierra, en cuanto a tamaño, como también a temperatura en la superficie y sobre todo que la estrella a la que orbita sea estable”.
Aunque sobre todo destaca la estrella Teegarden, “tiene un sistema planetario doble, donde la zona habitable es prácticamente idéntica a la Tierra”.
“Estamos averiguando que cada estrella tiene una media de entorno de uno a 3 planetas. Nuestra galaxia tiene 200.000 mil millones de estrellas, y se conocen aproximadamente unos 57.000 mil millones de galaxias. El número de planetas que hay ahí fuera es inmenso” nos cuenta Jesús.
CARMENES, el cazador de planetas
CARMENES es un instrumento de próxima generación, es decir, mide tanto la luz visible como la infrarroja de los objetos hacia los que apunta, que fue construido para el telescopio de 3,5 m del Observatorio en el año 2016.
Según el centro, han sido más de 200 científicos e ingenieros de 11 instituciones de España y Alemania, los que participaron en el diseño y la construcción de este instrumento.
Este instrumento se centra en la búsqueda de exoplanetas similares a la Tierra y desde su funcionamiento, tal y como hemos mencionado anteriormente, ha hecho posible el descubrimiento de entorno a 60 exoplanetas, gracias a más de 20.000 observaciones
“Con CARMENES, en algunos de esos planetas ya hemos empezado a estudiar la composición química de las atmósferas” nos explica el director del observatorio. De los exoplanetas que se han descubierto, aunque hay más de una decena potencialmente habitables, Jesús añade que se encuentran planetas de todo tipo “algunos con una temperatura en superficie superior a la que tiene el sol”.
Una ventana al futuro
Actualmente, el observatorio tiene en desarrollo el instrumento TARSIS, asociado al proyecto CATARSIS, un espectrógrafo capaz de ver hasta la luz ultravioleta, que investigará los cúmulos de galaxias del universo cercano a través del telescopio de 3,5 m y que permitirá alumbrar etapas anteriores del universo.
También se encuentra en desarrollo nuevos conceptos de telescopios, como el proyecto MARCOT, basado en la combinación de múltiples telescopios comerciales de pequeño tamaño dando lugar a un telescopio de tamaño gigante, con un espejo de apertura de hasta quince metros, pero a un coste más reducido que si se hiciera con la tecnología clásica.
Necesidad de más inversión
Existe mucho desconocimiento en la astrofísica y mucho aún por investigar, para lo que es necesario grandes cantidades de inversión económica. Jesús explica que cada cierto tiempo realizan los programas de legado, en los cuales “se realiza una búsqueda de qué programas científicos pueden ser de interés para la comunidad, y nos especializamos en ese área, invirtiendo grandes cantidades de tiempo y haciendo después públicos los datos. Pero para abordar esas nuevas áreas se suele requerir del desarrollo de un nuevo instrumento, el cual requiere de grandes inversiones, pero que, sin duda, mantiene en primera línea de la vanguardia al observatorio”.
Además añade que “nuestra tecnología todavía está muy limitada. Hay que seguir investigando para descubrir todo lo que hay ahí fuera”.
Aunque algo que va asociada a esta administración de fondos es la tarea burocrática. Según Jesús “el trabajo de un investigador hoy en día es invertir el 70% de su tiempo en tareas burocráticas y el restante a la investigación”.
Preocupación por la contaminación lumínica
Calar Alto es uno de los observatorios astronómicos más afectados por la contaminación lumínica. “Se ha empezado demasiado tarde. Si no se toman medidas, es posible que en unos 30-40 años el observatorio de Calar Alto deje de existir” señala Jesús. Además, “una gran parte de la población mundial vive en entornos contaminados y no conoce el cielo” nos cuenta Jesús, preocupado por el futuro del observatorio si no se empiezan a tomar medidas contra la contaminación.
Jesús manifiesta que “existe un error generalizado en donde pensamos que por el hecho de que se estén sustituyendo las lámparas antiguas de sodio por los nuevos leds, se está solucionando un problema de contaminación. Es cierto que se soluciona un problema de base económica, ya que el consumo es más eficiente, pero el led emite en casi todos los colores del espectro y por tanto, la contaminación está siendo incluso peor”.
En este caso, las luminarias LED de color ámbar serian las adecuadas, ya que con las características que tienen las convierten en las mejores para reducir la contaminación lumínica.
Actividades de éste aniversario
Con motivo del cincuenta aniversario el centro astronómico está difundiendo un video por redes sociales sobre el observatorio.
Entre las actividades se cuenta con una exposición de fotografías antiguas por el Paseo de Almería sobre la historia del centro, como también visitas guiadas al observatorio durante los meses de julio y agosto.
Además, en septiembre también tendrá lugar un acto en la sede de UNED con todos los antiguos directores del centro, repasando la historia de Calar Alto.
Y durante los meses de octubre y noviembre habrá un concierto de temática astronómica y se proyectará un documental sobre los aspectos del día a día en el observatorio.