Del ministro que se queja porque hay empresas que cobran por los servicios ferroviarios menos que las estatales (cuyas perdidas financiamos con nuestros impuestos, con los mismos que costeamos líneas deficitarias, porque son un servicio público), nos ofrece ahora el "pague dos veces por lo mismo".
Nos embarcamos en un viaje por el carrusel de las autovías, guiados por nuestro perspicaz ministro de Transportes, Óscar Puente.
En un alarde de genialidad retorcida, el ministro ha desenterrado un argumento tan brillante que podría rivalizar con las teorías de la relatividad de Einstein. ¡Resulta que debemos pagar por usar nuestras autovías! Sí, esas mismas que ya hemos pagado con creces a través de nuestros impuestos. Pero aquí viene la joya de la corona: argumenta para ello que los transportistas europeos pagan por usar las carreteras en otros países, ¡hasta que llegan a España y se encuentran con el paraíso de la gratuidad!
El ministro tiene una solución brillante para todo esto: hacer que paguemos todos, no solo quienes vienen de fuera. Después de todo, ¿qué sentido tiene que los que hemos contribuido con nuestros impuestos sigamos disfrutando de las autovías sin tener que abrir la cartera una y otra vez?
Pero no podemos olvidar esos cambios de opinión tan flexibles, porque resulta que el PSOE se oponía firmemente a cobrar por el uso de las autovías. ¡Qué sorpresa! Pero claro, ¿qué son las convicciones políticas sino simples accesorios que puedes cambiar según te convenga?
Sin embargo, este carrusel de las autovías no es la única atracción en nuestro parque de diversiones político. Aquí está también la montaña rusa de la valoración de Bildu, subiendo y bajando en un vaivén de opiniones según el día de la semana, porque el mismo ministro que aplaudia el pacto con ellos en Pamplona por ser progresitas, ahora los critica por no calificar a ETA de terroristas. Y al lado, el laberinto de las autovías de pago, donde cada callejón sin salida nos lleva a una nueva contradicción. ¿Pagamos? ¿No pagamos? ¡Qué dilema más emocionante!
¿Es progresista que todos paguemos las autovías con nuestros impuestos, pero solo los usen quienes repagan? ¿Se acuerda el ministro del co-pago sanitario, que en realidad era re-pago, según ellos mismos sotenía?
Nunca hubiéramos llegado a la conclusión de que pagar dos veces por lo mismo es la clave para una sociedad próspera. Seguiremos disfrutando del espectáculo mientras nos preguntamos cuál será el próximo giro en esta emocionante montaña rusa política. ¡Qué alivio tener a mentes tan despiertas al frente de nuestro país!