Cientos de rocieros y caballistas participan en la V Romería y Convivencia Rociera

Cientos de rocieros y caballistas recorrieron, en la tarde noche de ayer sábado, el camino que separa la Iglesia Parroquial de Guardias Viejas y la de Almerimar: Lo hicieron a pie, a lomo de sus caballos o en carruaje y por las dunas de arenas de una costa que ha vuelto a ser testigo de la emoción, fe y devoción de los ejidenses a la Virgen del Rocío.

El ‘simpecao’ de la Virgen de la Pre Hermandad del Rocío ha presidido la comitiva de esta Romería que, como viene siendo habitual en los últimos años, ha vuelto a sorprender a bañistas y vecinos que, al igual que los rocieros, no han temido al viento de levante reinante en la costa ejidenses para acudir a la cita con la reina de las marismas y elevarla en su caminar entre las olas.

A su llegada a Almerimar y, tras un duro trayecto, los romeros hacían su entrada triunfal acompañados del típico sonar del tamboril y la flauta rociera en la Iglesia donde se procedió a una ofrenda floral y a cantar la tradicional ‘salve’ que emocionó, y mucho, a todos aquellos que se congregaron al final del camino para vivir este momento tan emotivo de una Romería que, tras cinco años, empieza a consolidarse en la ciudad. Prueba de ello, es que cada vez son más los que acuden a la playa para recibir, vitorear y aplaudir el paso del ‘simpecao’ y los rocieros.

Esta actividad ha contado con un amplio dispositivo de seguridad formado por agentes de policia local y miembros de Protección Civil que, a pie, en quads y en coche patrulla, han velado en todo momento por el buen desarrollo de esta Romería.

La quinta edición de la Romería y Convivencia Rociera de El Ejido finalizó con el rezo del rosario ante el ‘simpecao’ a cargo de los romeros en la explanada en la que se ubicaron los caballos y carrozas en la Playa de Poniente de Almerimar. Tras este las sevillanas, las canciones rociares y la convivencia se inicio prolongándose hasta altas horas de la madrugada.