Los cinco años de gobierno de Juanma Moreno en la Junta de Andalucía se explican con una palabra: mejora. Gracias a la gestión que el PP lleva haciendo todo este tiempo en el gobierno de la Junta de Andalucía, los andaluces hemos pasado página y hemos cambiado el relato: ya no somos el vagón de cola de España; ahora somos la locomotora. Hemos sabido cambiar la tendencia, creando empleo, creando empresas y generando confianza empresarial por encima de la media nacional. Todo ello ha sido gracias a una dinámica en la que se ha buscado permanentemente el diálogo y el consenso y que ha puesto siempre a las personas en el centro de la gestión. Ha mejorado la calidad de los servicios públicos que se prestan a los ciudadanos, generando más oportunidades para más personas. Que es una realidad de presente y una garantía de futuro, porque considera prioritarias la defensa del medio natural, del derecho a tener agua y a mejorar dos sectores básicos para nuestra economía, como son la agricultura y el turismo. Los almerienses hemos empezado a ver que la palabra dada es ahora un compromiso de valor y que, a pesar de los problemas de financiación que sigue arrastrando Andalucía con el Gobierno central, es posible hacer cosas con eficacia y desde el acuerdo y el entendimiento, que son los ejes de lo que podemos llamar ya sin ningún género de dudas “el estilo Juanma”. Y eso se comprueba en actuaciones como el impulso final a la larga rehabilitación del Ayuntamiento, el hospital Materno Infantil, el edificio de las consultas externas de Torrecárdenas, el centro de salud de Piedras Redondas, el Conservatorio de Danza, la implantación del grado de Medicina, la histórica conexión de los depósitos de La Pipa y San Cristóbal, que nos permite llevar y garantizar el suministro de agua desalada a los almerienses a pesar de la sequía, o las espectaculares obras de restauración que se están llevando a cabo en La Alcazaba, especialmente en la muralla norte, en el muro de la Vela o en la Torre del Homenaje, sin olvidar los apoyos firmes y constatables a proyectos estratégicos como la llegada del AVE, el soterramiento o el Puerto Ciudad. Y ese estilo de gestión serena y abierta, que rechaza los sectarismos y los enfrentamientos estériles, es la clave de un futuro mejor que beneficia a todos los proyectos compartidos por la sociedad almeriense.