En todos los ámbitos de nuestra vida, la tecnología ha supuesto un profundo cambio en la manera de relacionarnos, de informarnos, de conectarnos y, también, de hacer negocios. Si bien el uso en el entorno web es algo que se da con naturalidad para la generación de nativos digitales, son muchas las personas y las empresas que han tenido que vivir un proceso de adaptación.

Es difícil, en el contexto actual, pensar en algún producto o servicio que no pueda promocionarse, encontrarse y adquirirse por Internet. Los consumidores se decantan cada vez más por las compras online, lo que obliga a los negocios tradicionales a estar ahí. Pero no todos saben cómo ni por dónde empezar.

Estas son las tres claves fundamentales para poner en marcha la transformación digital de tu empresa.

Analiza tu negocio

Una información clara, ordenada y actualizada es uno de los principales recursos de cualquier proyecto. En un proceso de profundo cambio como es dar el paso del mundo offline al online, hay que entender muy bien qué haces, a quién te diriges y qué diferencia generas. Para conseguir resultados antes de ponerse manos a la obra es necesario pararse, definir y observar.

Analizar el contexto, conocer a la competencia y entender el funcionamiento interno es, sin duda, el primer paso para la digitalización. Además, se convierte en una excelente oportunidad para revisar el plan de negocio.

Y por último, invierte tiempo en determinar quién es tu target objetivo. Es decir, ¿quién es el cliente al que le vas a dirigir tu comunicación? ¿Cuál es su perfil y sus preocupaciones con respecto a tu servicio? ¿En qué plataformas digitales se mueven? ¿Están en redes sociales? ¿Buscan información en Google sobre tus productos?

Diseña una estrategia digital

Sea una tienda de zapatos, una peluquería o una clínica odontológica, cualquier actividad comercial tiene el potencial de mejorar la imagen de su marca, ser más eficiente y hacer crecer sus ventas. Todo el trabajo del apartado previo te ayudará a concretar cómo va a conocerte el cliente, qué hay que comunicar y a través de qué medio.

Las bases de una buena estrategia digital serían:

1. Definir a tu público objetivo: debes tener claro el sexo, la edad, ubicación, qué intereses tiene, qué le gusta hacer en su tiempo libre, qué compra por internet… Si tienes claro quién es tu público objetivo, será mucho más fácil definir qué ofrecerle.
2. Estudio de la competencia: hacer un benchmark de la competencia es un paso principal para saber quiénes son, qué están ofreciendo, a través de qué canales, qué publican en sus redes sociales, qué contenidos ofrecen en su blog…
3. Crea u optimiza tu página web: puede ser que ya tengas una o que tengas que crearla de 0, pero debes pensar si estás estructurando el contenido tal y como a tu público le gustaría.
4. Haz publicidad online: puedes invertir en publicidad en redes sociales o en Google para conseguir una mayor visibilidad a corto plazo de tu página web.

Lo fundamental es tener los objetivos claros que permitan definir el rumbo a seguir.

Apóyate en la asesoría de los expertos

No dudes en contar con profesionales que te acompañen en este proceso de cambio. Es un error habitual creer que se puede llevar a cabo una estrategia de marketing digital de forma rápida y eficaz sin ninguna ayuda. La contratación de freelance para empresas supone una herramienta base para poder contar con profesionales de diferentes sectores de manera flexible.

Conoces a fondo tu negocio y todos sus entresijos y además eres usuario de redes sociales y algún que otro blog, pero el entorno digital es un sector con vida propia y con muchas especializaciones. Y los resultados dependen de pequeños matices. Investiga, fórmate, y delega aquellas tareas que menos domines. Pero, sobre todo, desconfía de quien te dice que puede hacer toda la estrategia, la web, los textos y el posicionamiento él solo. Diseñar y poner en práctica un plan de marketing es una tarea que requiere de diferentes perfiles técnicos y creativos.

La necesidad de digitalización se ha disparado en el contexto actual. Hace unos meses, se atisbaba ya una clara tendencia al alza, pero ahora no queda más remedio que subirse al barco. Internet no es una solución en sí, aunque sí una herramienta muy potente que te permitirá ejercer tu profesión, aumentar la visibilidad y eliminar las barreras físicas para seguir creciendo.