Profesionales sanitarios se han concentrado hoy en el centro de salud Aguadulce Sur, en Roquetas de Mar, para condenar la agresión física que sufrió ayer un médico de urgencias por parte de un paciente. El acto ha contado con la presencia del delegado territorial de Salud y Consumo, Juan de la Cruz Belmonte Mena; el alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat; y la gerente del Distrito Sanitario Poniente, Enriqueta Quesada.
Según el Plan de Prevención y Atención frente a Agresiones del Servicio Andaluz de Salud (SAS), el profesional agredido ha recibido todo el apoyo necesario, incluyendo la defensa y asesoría jurídica. La agresión está tipificada como un delito de atentado contra la autoridad pública, según el Código Penal.
El Distrito Sanitario Poniente ha informado que en los seis primeros meses de 2023 se han registrado siete agresiones físicas y 45 agresiones totales (físicas y verbales) a sus profesionales. Estas cifras suponen una disminución respecto al mismo periodo de 2022, cuando se contabilizaron 15 agresiones físicas y 61 agresiones totales.
El SAS ha reforzado las medidas de seguridad en los centros sanitarios y ha mejorado la coordinación con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Además, ha reconocido al personal sanitario y de gestión y servicios como autoridad pública, lo que implica una mayor protección legal.
Los centros sanitarios almerienses cuentan con cerca de 5.000 elementos de seguridad de distinto tipo, entre los que destacan: 366 cámaras de seguridad, 633 timbres en consulta, 2.019 teléfonos en consultas, 249 salidas alternativas o 1.159 terminales en puestos de trabajo en consultas con el software de antipánico instalado.
Estos elementos tienen el objetivo de prevenir y evitar las situaciones de violencia que puedan sufrir los profesionales sanitarios por parte de los usuarios o sus acompañantes. También facilitan la comunicación y la asistencia en caso de emergencia.