Esta semana ha comenzado la COP29 en Bakú, Azerbaiyán, con la participación activa del presidente del Gobierno español. Esta cumbre ofrece una oportunidad única para reflexionar sobre los logros y desafíos de las conferencias de cambio climático desde el Protocolo de Kioto hasta la actualidad. La pregunta clave es: ¿han sido efectivas estas cumbres en la lucha contra el cambio climático o nos encontramos ante promesas incumplidas y acciones insuficientes? Lecciones del Pasado: De Kioto a París y Más Allá El Protocolo de Kioto, adoptado en 1997, fue el primer gran acuerdo internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, su enfoque en los países desarrollados y la falta de participación de algunos de los mayores emisores lo limitaron considerablemente. A pesar de sus limitaciones, Kioto sentó las bases para futuras negociaciones y acuerdos más inclusivos. El Acuerdo de París de 2015 marcó un hito significativo al involucrar a casi todos los países en un esfuerzo global para mantener el calentamiento global por debajo de 2°C, con el objetivo de limitarlo a 1.5°C. Este acuerdo introdujo las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs), que permiten a cada país establecer sus propios objetivos de reducción de emisiones, revisables cada cinco años. Aunque París fue un avance importante, la implementación efectiva y el cumplimiento de estos compromisos han sido desiguales. La Necesidad de un Cambio Radical A la luz de los desafíos persistentes, es esencial que la COP29 no solo retome los compromisos pendientes, sino que también adopte un enfoque más radical y efectivo. Creo firmemente que necesitamos un cambio paradigmático en nuestra forma de abordar el cambio climático, pasando de las promesas a la acción decisiva y medible. Para evaluar la efectividad de estas cumbres, es útil comparar algunos de los principales acuerdos climáticos: Concepto Protocolo de Kioto (1997) Acuerdo de París (2015) COP27 (2022) COP29 (2024) Objetivo Principal Reducción de emisiones en países desarrollados Limitación del calentamiento global Implementación y financiación Acción decisiva y financiamiento eficaz Logros Clave Reducción de emisiones en países del Anexo I Compromisos de reducción de emisiones Fondo de Pérdidas y Daños Establecimiento de un nuevo objetivo financiero Desafíos Persistentes Participación limitada de países en desarrollo Implementación y seguimiento Falta de compromisos específicos Activación total del Fondo de Pérdidas y Daños Expectativas para el Futuro Integración de más países y mayores reducciones Revisión y aumento de ambición Mayor acción y rendición de cuentas Limitación del calentamiento a 1.5°C Expectativas para la COP29: Hacia una Nueva Era de Acción Climática En la COP29, se espera que los países revisen y actualicen sus NDCs, adoptando medidas más ambiciosas y tangibles. El establecimiento del Fondo de Acción Climática y la activación completa del Fondo de Pérdidas y Daños son pasos cruciales en esta dirección. Además, la financiación climática debe ser un pilar fundamental, asegurando que los países en desarrollo reciban el apoyo necesario para adaptarse y mitigar los efectos del cambio climático. La COP29 debe ser un punto de inflexión. Necesitamos pasar de las palabras a los hechos, de las promesas a los resultados. Solo a través de una acción coordinada y decidida podremos enfrentar los desafíos que el cambio climático presenta. Es imperativo que todos los actores involucrados trabajen juntos para cerrar la brecha entre los compromisos y la acción. La sociedad civil, los gobiernos y el sector privado deben unirse en un esfuerzo común para asegurar un futuro sostenible para las generaciones venideras. Invitamos a todos a participar activamente en este debate crucial, porque el tiempo para actuar es ahora.