El 6 de diciembre de 1978 con el sonido de las canciones de la Transición política de “Libertad sin ira” y “Habla pueblo habla” se sometió a referéndum del pueblo español el texto de la Constitución Española, siendo aprobada mayoritariamente por la soberanía popular, promulgándose por el Jefe del Estado mediante publicación en el Boletín Oficial del Estado el día 29 de diciembre, y entrando en vigor este mismo día, poniendo el punto y final al sistema político autoritario que dio lugar tras la finalización de la guerra incivil de 1936-1939.
Ahora, siendo Fiesta Nacional el día 6 de diciembre, tras 45 años de constitucionalismo democrático, con falta de sensibilidad política y respeto a la mayoría de los sentires de la Nación, intentan deteriorar el sistema institucional para su beneficio no haciéndolo de golpe, como lo acontecido en octubre de 1934 y 2017, sino poco a poco, sintiéndonos impotentes ante una injusticia que quiere cambiarnos la realidad de nuestra Patria, de nuestro país, con el abuso de poder de una parte de sus gobernantes.
El abuso de poder que se está llevando a cabo está debilitando nuestro Estado internamente y a nivel internacional, especialmente, en la Unión Europea, no de ahora, sino desde de tiempo atrás vienen estas tribulaciones anti cívicas, que para poder gobernar y poder mantener la paz institucional el único remedio ha sido realizar cesiones competenciales y dineros extraídos del erario público, sorteando los momentos de crispación secesionista y marxista, en algunos casos, para evitar desembocar en la desintegración de la Nación española.
El Consejo General del Poder Judicial lleva cinco años bloqueado por intereses políticos para darles un cariz ideológico a quienes lo integren y que sea determinativo a la hora de elegir a los magistrados y jueces que integren, especialmente, el Tribunal Supremo.
En las próximas semanas, se publicarán en la que fue la “Gaceta de Madrid”, hoy Boletín Oficial del Estado, decenas de ceses y nombramientos en entidades públicas. Elegidos a dedo, mediante libre designación, sin justificación alguna de las capacidades y habilidades de los oferentes, primando intereses, servidumbre y servilismo, estómagos agradecidos de partido frente al interés general.
Hace dos años que deberíamos contar con una autoridad independiente de protección a denunciantes de corrupción y todavía no se ha creado. No se creará, y si se crea será para ver la paja en el ojo externo y no la viga en los que los nombran. Toda actuación en la gobernanza y la gestión pública lleva el sesgo del independentismo y el comunismo populista chavista.
Hace solo unos días, recibimos una noticia sin precedentes. El Tribunal Supremo había anulado el nombramiento de Magdalena Valerio como presidenta del Consejo de Estado gracias al recurso que había interpuesto una entidad privada. Una victoria para la sociedad española que sienta un precedente en la vigilancia del uso partidista de las instituciones frente a la ciudadanía.
Se necesita, que sin dejar de disfrutar la secularizada Navidad como el gran hecho histórico del cristianismo, del Misterio de la Fe en la Encarnación del Hijo de Dios, hay que dar pasos hacia adelante para defender nuestra historia y nuestras creencias, y para que no sigan deteriorando el sistema democrático, defendiendo lo que es nuestro, defendiendo lo que es de todos, España. Paz y Bien.