Doce años esperando la Casa del Mar
Por
Ramón Fernández-Pacheco Monterreal
domingo 25 de abril de 2021, 06:00h
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La reciente puesta en servicio de la Casa del Mar como centro de referencia de salud pública en los barrios de Pescadería y La Chanca ha venido a retratar con claridad las diferencias entre el compromiso y la ineficacia. Entre el servicio público y la desidia permanente. La rehabilitación fue inaugurada el pasado viernes por el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que quiso acompañar a los vecinos en un momento tan esperado como innecesaria e injustamente retrasado. Recordemos que la Casa del Mar cerró sus puertas en 2009 a instancias del gobierno de la Junta del PSOE para hacer una reforma, trasladando las consultas a un local alquilado en el Parque Nicolás Salmerón, generando así más incomodidad y gasto. En teoría iba a ser un cierre temporal, pero como tantas veces pasa cuando hablamos de la gestión socialista, lo temporal tiende a la perpetuidad. De hecho, tardaron siete años en iniciar las obras. Y como suele pasar también cuando gestionan los socialistas, -que no dudan en dar lecciones de eficacia cuando están en la oposición- hubo que rehacer el proyecto iniciado porque los pilares previstos no aguantaban. Así que a todos esos retrasos hubo que añadir otros cinco años de espera. Doce en total. Y del mismo modo que la política no puede ser una competición de méritos entre partidos, tampoco puede ser un permanente ejercicio de mentiras, incumplimientos y desidia. Este servicio comunitario, inaugurado ahora que el PP gobierna la Junta de Andalucía, debería haber entrado en servicio hace muchos años. Y aunque naturalmente estoy muy satisfecho con esta apertura, no debemos olvidar que este final feliz ha sido finalmente posible gracias a que el actual gobierno de la Junta sí se ha tomado en serio su compromiso con Almería y ha invertido y trabajado en lo que el ineficaz gobierno socialista fue incapaz de culminar. Igual que pasó con el hospital Materno Infantil y que en su día pasará también con la rehabilitación de la Casa Consistorial de la Plaza Vieja. Trabajar desde la política por transformar y mejorar la calidad de vida de todos los almerienses debe ser un objetivo del que no nos puede distraer la competición de méritos y la búsqueda de aplausos. Porque lo que importa es que la Casa del Mar dará servicio a más de 3.500 almerienses, con consultas de urgencias y una red de rastreadores COVID, entre otros servicios. Esa es la clave.