Almería resistió mejor el aumento del euribor en hipotecas, con un 5% menos de préstamos en mayo de 2023. Menor dependencia bancaria y condiciones competitivas favorecen la actividad inmobiliaria y la reactivación económica.
La provincia de Almería ha resistido mejor que el resto de España el impacto del aumento del euribor, el índice que determina el coste de las hipotecas a tipo variable. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en mayo de 2023 se firmaron en Almería 628 préstamos hipotecarios sobre viviendas, un 5% menos que en el mismo mes del año anterior. Sin embargo, la caída media nacional fue del 24%, lo que muestra una menor dependencia de la financiación bancaria en el mercado inmobiliario almeriense.
El importe medio de las hipotecas sobre viviendas en Almería fue de 103.185 euros, un 4,8% menos que en mayo de 2022. El capital prestado totalizó 64,8 millones de euros, un 4,9% menos que hace un año. A nivel nacional, el importe medio fue de 141.798 euros, un 4,6% menos, y el capital prestado ascendió a 4.735,8 millones de euros, un 27,5% menos12.
El tipo de interés medio al inicio de las hipotecas sobre viviendas en Almería fue del 3,15%, con un aumento de 1,34 puntos respecto al de mayo de 20223. El plazo medio fue de 25 años. El 40,6% de las hipotecas fueron a tipo variable y el 59,4% a tipo fijo4. El euribor fue el índice de referencia más utilizado en las hipotecas a tipo variable, tanto en Almería como en España.
Los expertos señalan que el encarecimiento de las hipotecas se debe al incremento del precio del dinero por parte del Banco Central Europeo (BCE), que ha elevado los tipos de interés al 4% para contener la inflación. Esta medida ha afectado especialmente a las familias que tienen que revisar sus hipotecas a tipo variable, que han visto aumentar sus cuotas mensuales. Por ello, muchos optan por contratar hipotecas a tipo fijo o mixto, que ofrecen mayor seguridad y estabilidad.
No obstante, los analistas también apuntan que el mercado hipotecario sigue mostrando signos de recuperación tras la crisis provocada por la pandemia de covid-19. La demanda de vivienda se mantiene firme y la oferta se adapta a las nuevas necesidades y preferencias de los compradores. Además, la banca sigue ofreciendo condiciones competitivas y facilidades para acceder al crédito, lo que favorece la actividad inmobiliaria y la reactivación económica.