Al alba, una multitud de fieles musulmanes se reunieron en el recinto ferial de la capital almeriense para conmemorar la culminación del Ramadán, el Eíd al Fitr, un período de gran reverencia en esta fe. Se calcula que la provincia alberga aproximadamente 120.000 practicantes del islam, en su inmensa mayoría de origen extranjeros.
Eventos análogos tuvieron lugar en localidades con significativa población musulmana, tales como El Ejido, La Mojonera y Cuevas de la Almanzora. Al avistar la luna en cuarto creciente del décimo mes del calendario islámico, se celebra el término de una época dedicada al ayuno y la meditación.
El Ramadán representa un ciclo de privación alimentaria, devoción nocturna, generosidad hacia los necesitados y limpieza espiritual. “Representa la conclusión de tus nobles acciones. Has logrado finalizar con éxito un ciclo de privación, de oraciones vespertinas, de benevolencia hacia los desfavorecidos, de empatía con los estratos más humildes de la sociedad, y de purificación espiritual”, señala uno de los asistentes.
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