En estos días se avisaba del riesgo de desbordamientos del río Tajo en distintas zonas por donde discurre su cauce. A esa misma hora un grupo de ecologistas se manifestaba para que se le niegue que agua de la cabecera de este río pueda llegar a Almería. Estos caballeros prefieren que se desborde, todas las veces que haga falta, antes de que otros españoles del sureste puedan aprovechar esa agua excedente para el cultivo de sus productos agrícolas. Es lo mismo que hemos contado a veces, de que se prefiere que el agua se pierda en el mar, ahí está la del Andarax, antes que ordenar y proteger su caudal.
¿Es el sino de los tiempos que nos ha tocado? Creo más bien que las enseñanzas que algún político nos ha vendido en los últimos años, que han encontrado su apoyo en sectores, y que si algo ha logrado es que no nos sobre la solidaridad, incluso entre los propios vecinos. Los titulares de la prensa de estos días es que Madrid se muestra insolidaria con Almería. Y hay una parte de razón en el titular. Un grupo de ciudadanos de la capital de España se muestra contrario a que las aguas que les sobra vengan a estas tierras. Pero la decisión no depende de ese grupo pagado con las subvenciones de los impuestos de todos los españoles, tiene que tomarla el gobierno del Psoe, perdón, del sanchismo, y habrá que esperar a lo que decida.
Por estos andurriales nuestros, el vocero del sanchismo cantaba las virtudes y los dineros que viene invirtiendo el gobierno en la cuestión hídrica de nuestra provincia. Millones a mogollón. Cada vez que habla el futuro secretario provincial del partido en Almería son más los millones gastados, pero menos las gotas de agua que nos llegan. A no ser que las caídas del cielo se las apunte también el señor Martín y colegas, que son capaces de eso, y de todo lo que haga falta. Vamos a esperar a lo que manifieste el gobierno sobre esas aguas y las críticas del ecologismo. Una cosa tenemos que tener en cuenta, si el agua la necesitaran los vascos o los catalanes, de rodillas y en cazos la llevaban los lacayos de Pedro Sánchez.
Esa es la tristeza, paisanos, que nos gustaría saber si tenemos un diputado, o un senador sanchista que defienda de verdad, que no sea de boquilla, las necesidades de nuestros agricultores. Ahí tienen ustedes, que sientan sus culos en nombre de Almería en las cámaras, una oportunidad: defiendan que el acuerdo al que llegaron entre regantes se cumpla, y que el agua de la cabecera del Tajo llegue al levante almeriense. Estaríamos encantados de poder alabar el esfuerzo de ustedes, solo con oír, exigir que esa agua llegue a los surcos de nuestros campos. ¿Lo oiremos? Mucho me temo que no tengamos esa suerte. Siguen de rodillas ante los catalanes, aquellos que borraron del mapa de España el PHN.