El hotel de El Algarrobico, el símbolo de la destrucción a toda costa en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, está más cerca de su demolición. El Ayuntamiento de Carboneras (Almería) ha publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el anuncio de la aprobación definitiva de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que “desclasifica” el suelo sobre el que se levanta el hotel como urbanizable y lo declara “de especial protección”.
El anuncio informa del acuerdo de pleno del 26 de abril y anula el sector ST-1 por “efectos sobrevenidos” al ser de “directa aplicación” la normativa ambiental del parque natural que califica el Algarrobico como zona ‘C1 o área natural de interés general’, y en cumplimiento de una sentencia firme de 2018 que ratificó que era espacio protegido.
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El anuncio, que informa de que el acuerdo se extiende al sector ST-2 o Canillar, calificado ahora como zona ‘B1’ y ‘B2’ y donde también estaba previsto desarrollo residencial y hotelero, adjunta dos enlaces a archivos con el texto de la “modificación íntegra” del PGOU y con nueva planimetría del paraje, que debe adaptarse también a la Ley de Costas retrasando la línea de servidumbre del dominio marítimo terrestre a 100 metros.
Un hotel ilegal paralizado desde 2006
El hotel de El Algarrobico es una construcción ilegal que se inició en 2003 por la promotora Azata del Sol en la playa de El Algarrobico, en pleno Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. El edificio tiene 21 plantas y 411 habitaciones, y se levanta a solo 50 metros del mar Mediterráneo.
Las obras del hotel fueron paralizadas en 2006 por orden judicial tras las denuncias presentadas por varias asociaciones ecologistas como Greenpeace o Salvemos Mojácar. Desde entonces, el hotel ha sido objeto de una larga batalla judicial entre la promotora, el Ayuntamiento, la Junta de Andalucía, el Gobierno central y los ecologistas.
En 2016, el Tribunal Supremo declaró el área como ambientalmente protegida no urbanizable y ordenó la demolición del hotel. Sin embargo, el proceso se ha demorado por las reclamaciones patrimoniales de la promotora, que exige más de 70 millones de euros, y por los incumplimientos del Ayuntamiento, que ha sido apercibido varias veces por no modificar el PGOU.
Un paso más hacia la demolición
La publicación de la modificación del PGOU es un paso más hacia la demolición del hotel, que aún depende de varios factores. Por un lado, el Ayuntamiento debe revisar la licencia municipal que concedió en 2003 y declararla nula. Por otro lado, la Junta de Andalucía debe inscribir a su nombre las fincas donde se ubica el hotel por vía civil. Por último, el Gobierno central debe asumir la demolición del inmueble y la restauración de la zona.
Además, aún quedan pendientes los recursos judiciales presentados por la promotora y por los ecologistas. Estos últimos han denunciado que la modificación del PGOU es nula por defectos en su tramitación y han exigido celeridad en el derribo del hotel.
La demolición del hotel es una reivindicación histórica de los defensores del medio ambiente, que consideran que el Algarrobico es un atentado contra el paisaje y la biodiversidad del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. También es una demanda social, ya que según una encuesta realizada por Greenpeace en 2017, el 84% de los españoles está a favor de demoler el hotel.
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