Después de seis jornadas sin conocer el sabor del triunfo, la UD Almería logró una victoria crucial en su estadio, marcando así su primer éxito de la temporada como local. Este encuentro, que se disputó en un ambiente vibrante y lleno de energía, se convirtió en un verdadero testimonio del carácter y la determinación del equipo almeriense, que jugó con diez hombres desde el minuto 35.
El partido se desarrolló en un contexto complicado para los rojiblancos, quienes necesitaban urgentemente sumar puntos tras un inicio de temporada difícil. Luis Suárez abrió el marcador en el minuto 29, aprovechando una brillante asistencia de Arribas. Sin embargo, poco después, el Almería se vio obligado a afrontar un desafío mayor cuando Arribas fue expulsado por una dura entrada. Aunque inicialmente recibió una segunda tarjeta amarilla, el VAR decidió elevarla a roja directa, dejando al equipo en inferioridad numérica justo antes del descanso.
A pesar de esta adversidad, el Almería mostró una actitud admirable durante todo el segundo tiempo. La entrega y coraje de los jugadores fueron evidentes mientras resistían los embates del Burgos, que intentaba igualar el marcador. En este contexto de tensión e incertidumbre, Luis Suárez tuvo otra oportunidad clara para aumentar la ventaja, pero su disparo fue detenido por el portero rival.
La emoción del encuentro alcanzó su punto culminante en el minuto 88 cuando Pozo, quien había estado destacando a lo largo del partido, realizó una impresionante jugada individual que culminó con un golazo que selló la victoria por 2-0. Este tanto no solo aseguró los tres puntos vitales para el Almería, sino que también desató la euforia entre los aficionados presentes en las gradas.
El entrenador Rubi celebró su centésimo partido al frente del equipo con esta victoria significativa y destacó la importancia de mantener este nivel de compromiso: “Necesitábamos que pasara algo así. Es más épico poder ganar un partido con diez jugadores durante tantos minutos e incluso ser capaces de marcar otro gol; creo que esto hay que valorarlo”. Además, subrayó la solidaridad mostrada por sus jugadores y su capacidad para trabajar juntos en momentos difíciles.
Rubi también reflexionó sobre los primeros minutos del encuentro donde el Almería mostró su mejor versión: “Hemos vuelto a hacer un inicio buenísimo”, aunque reconoció que hubo tramos donde el Burgos tomó control. A pesar de ello, resaltó cómo su equipo supo adaptarse tras la expulsión y defendió bien ante las acometidas rivales.
Uno de los aspectos más destacados fue la mejora defensiva del equipo indálico. Rubi mencionó: “Nos hemos defendido muy bien. En una semana hemos pasado de ser un equipo que concede algunas jugadas algo inexplicables a parecer que es muy difícil marcarnos un gol”. Esta evolución es clave para encarar las próximas jornadas con optimismo.
Con esta victoria bajo el brazo, Rubi está convencido de que servirá como impulso para futuros encuentros: “En el vestuario va a dejar una muestra de lo que podemos llegar a ser capaces”. La afición también tuvo un papel fundamental en este triunfo; su apoyo incondicional fue palpable y contribuyó a crear un ambiente formidable en el Estadio Power Horse.
El próximo reto para la UD Almería será seguir construyendo sobre esta base sólida y demostrar que pueden mantener este nivel competitivo en las próximas jornadas. La victoria ante Burgos no solo representa tres puntos importantes; simboliza también un cambio necesario en la dinámica del equipo y una inyección de confianza para todos sus integrantes.