El Ayuntamiento de Almería ha adjudicado, a través de la Comisión Ejecutiva de la Gerencia de Urbanismo, las obras de la glorieta que se construirá en la intersección entre Carretera de Níjar, Carretera de Ronda y calle Real del Barrio Alto, un proyecto que será ejecutado por la empresa Fircosa, con una inversión total de 565.781,37 euros y un plazo de ejecución de cinco meses.
El concejal de Vivienda y Desarrollo Urbano, Miguel Ángel Castellón, ha explicado que, de acuerdo con la empresa adjudicataria y en cordinación con el área de Seguridad y Movilidad Urbana, “no será hasta finales del presente mes o principios de julio cuando comiencen unas obras que van a suponer, una vez finalizadas, una mejora considerable en términos de movilidad urbana, tanto para vehículos como para los peatones, construyéndose sobre este punto una glorieta que vendrá a sustituir la actual intersección regulada por semáforos”.
El edil popular ha subrayado además la importancia, a nivel de urbanización para esta zona de la ciudad, que va a suponer la ejecución de este proyecto, “mejorando a través de esta actuación las condiciones de las redes de abastecimiento de agua, unas conducciones muy antiguas, en no muy buen estado, que van a ser sustituidas por tuberías de fundición y diámetros adecuados a las necesidades actuales, rehaciendo todas las acometidas domiciliarias”, ha destacado.
Mejora movilidad
El proyecto redactado para llevar a cabo esta actuación tiene como punto de partida el estudio previo de tráfico y micro modelación de la intersección, realizado por la empresa Doymo, reconociendo la “viabilidad” de la construcción de una glorieta sobre este punto como “solución” a los problemas de tráfico rodado sobre esta zona y los puntos de conflicto que puedan existir en este cruce, que soporta una circulación diaria de unos 35.000 vehículos y hasta 2.135 movimientos peatonales.
Esta glorieta sobre la intersección de Carretera de Ronda y Carretera de Níjar y la calle Real de Barrio Alto, tendrá un diámetro de 44 metros, con un ramal directo de Ronda a Níjar con 4,4 metros de ancho.
La calzada se ha previsto de 10 metros con dos carriles y arcenes de un metro. Con la solución adoptada y recogida en proyecto, además de mejorar la circulación, se ganan grandes espacios para el peatón, quedando todas las aceras con un ancho superior a los tres metros, excepto en un punto próximo a la calle Real del Barrio Alto, que será de dos metros. También se gana en espacio dedicado a zona verde, que se han estirado hasta el paso de peatones norte de Carretera de Ronda, para impedir que pueda atravesarse la calzada fuera de este paso.
En Carretera de Níjar se mantiene la alineación de los bordillos en las aceras norte y sur, mientras que en Carretera de Ronda se modifican totalmente desde el punto de vista de tangencia a los existentes hasta las embocaduras a la glorieta.
De los tres pasos de peatones necesarios para realizar cómodamente todos los movimientos, se mantiene el más al sur de Carretera de Ronda, no afectando tampoco a la semaforización del mismo, mientras que el situado hacia el norte se desplazará 30 metros hacia arriba con el fin de garantizar que posibles retenciones de tráfico que pudieran producirse no alcancen la glorieta. El paso de Carretera de Níjar se alejará unos 15 metros para que se pueda realice después de alcanzar el paralelismo los dos carriles sentido Los Molinos.
El proyecto constructivo incluye la reposición de los servicios municipales afectados, cambiando la red de abastecimiento existente, antigua, por fundición dúctil. La red de alumbrado público sobre la zona también sufrirá variación, proyectándose el alumbrado de la glorieta desde el perímetro exterior de la misma mediante cinco torres de 12 metros, con cuatro proyectores de leds.
También se producirán cambios en la semaforización, que se adapta a los nuevos pasos de peatones y se completará la actuación con nueva señalización vertical y horizontal.
Adelantándose al inicio de los trabajos, Castellón ha querido pedir en nombre del Ayuntamiento “disculpas” a los almerienses por los “inconvenientes” que una obra de estas características pudiera causar durante el transcurso de las mismas, entendiendo “las lógicas molestias que cualquier actuación como esta pueda producir, especialmente afectando al tráfico rodado”.
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