En una reciente rueda de prensa, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Almería, encabezado por su secretario general Juan Antonio Lorenzo, presentó un exhaustivo balance de su actividad en el Parlamento de Andalucía durante el último año. Los números ofrecidos son impresionantes: más de 3400 iniciativas impulsadas entre preguntas, Proposiciones No de Ley e intervenciones. Los temas expuestos abordan asuntos de interés para la ciudadanía almeriense, destacando la gestión del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno Bonilla, quien lleva ya un lustro en el cargo. Con este tiempo transcurrido, la excusa de la "herencia recibida" parece haber perdido su validez y los socialistas es ese el primer elemento que ponen sobre la mesa.
Sin embargo, mientras los líderes socialistas ofrecen un análisis detallado de su desempeño legislativo, es necesario cuestionar el silencio estruendoso respecto a los resultados electorales en la provincia de Almería durante el último año. En este período, el PSOE ha experimentado una derrota tras otra, perdiendo terreno en elecciones municipales a favor del Partido Popular (PP), y lo mismo en las autonómicas y en las generales.
Fruto de las selecciones municipales, el PP ha logrado consolidar un poder sin precedentes en los ayuntamientos almerienses. Alcanzaron mayorías absolutas en municipios clave como la capital, Roquetas y El Ejido. Además, pasaron de mayorías simples a absolutas en otros lugares, asegurando alcaldías que estaban vedadas durante muchos años por pactos de socialistas en ocasiones contra natura. En la Diputación, consolidaron una amplia mayoría absoluta, y se reforzaron en el Parlamento Andaluz, el Congreso y el Senado.
Ante este panorama, surge una pregunta fundamental: ¿Ha reflexionado el PSOE de Almería sobre estas circunstancias? Es innegable que muchas de las críticas y quejas del partido tienen una base real, y no entraremos en el debate de si la herencia recibida es la causa principal. Pero hay una clave que merece ser explorada: si todo está tan mal como argumentan, ¿por qué al PSOE en Almería le va tan mal electoralmente?
No se pretende atribuir la culpa directamente al secretario general local, Juan Antonio Lorenzo. Sin embargo, es crucial señalar que la responsabilidad recae no solo en los líderes locales, sino también y muy especialmente en la dirección federal del partido, en concreto en la figura del secretario general, Pedro Sánchez. Muchos militantes socialistas, ante las decisiones y comportamientos de Sánchez, se encuentran en una posición incómoda, y se les nota... menos cuando tienen que votar en el Congreso, o en sus congresos. La falta de rebeldía interna ante las decisiones que algunos consideran erróneas podría estar contribuyendo a la pérdida de apoyo electoral en la provincia.
En última instancia, es imperativo que el PSOE de Almería no solo examine su desempeño legislativo, sino que también analice críticamente sus estrategias y liderazgo. La política es un juego de equilibrios, y entender por qué, a pesar de sus esfuerzos, no logran conectar con el electorado es esencial para cualquier partido político que aspire a un cambio significativo.
El problema es que una mentira repetida mil veces acaba siendo creida por quien la repite, e insistir en que el PSOE ha ganado las elecciones, cuando lo que ha hecho es ganar el gobierno mediante pactos porque, precisamente ha perdido los comicios, es un error. El PP es el partido más votado, el que tiene más diputados, y el PSOE ha pasado de primero a segundo, y su aumento ha sido ínfimo, pero convencidos de que han ganado, son incapaces de analizar por qué han perdido y siguen perdiendo.