Últimamente, el gobierno se ha empeñado en combatir las noticias falsas y los bulos. Una iniciativa loable, sin duda, en estos tiempos de desinformación rampante. Pero, ¿qué pasa cuando la fuente de esas informaciones engañosas es el propio gobierno? Aquí es donde el asunto se pone interesante. Y en Almería tenemos un ejemplo perfecto con el AVE, ese tren de alta velocidad que nos prometieron hace años y que, al paso que vamos, probablemente llegue cuando ya sea una reliquia porque nos podamos teletransportar.
Vamos a remontarnos un poco atrás. En tiempos inmemoriales, nos prometieron un tren de altas prestaciones, luego un AVE, luego un tren de alta velocidad que no era AVE, y así sucesivamente. Al final, AVE, tren de alta velocidad, lo que sea, el caso es que seguimos igual de aislados, y cuando nos pone un tren más moderno... resulta que tarda 10 minutos más que el viejo en unos casos, y en otros, solo ahorra 7 minutos... lo comido por lo servido.
Como no recuerdo cuando fue la primera promesa (creo que fue con Aznar de presidente y Cascos de ministro del ramo, pero no lo tengo claro... la prehistoria es siempre complicada) fijémonos en cuando Pedro Sánchez llega al Gobierno y nos dice que en 2023 estaría listo. No fue cierto. Luego, que en 2026. Tampoco. La última promesa es que estará inaugurado en esta legislatura, que termina en 2027 (si el presidente no adelanta las elecciones, o pierde una moción de censura). Pero, aquí en noticiasdealmeria.com, hemos estado atentos y, permítanme decirlo, hemos destapado unas cuantas mentiras.
Cuando el gobierno decía que en 2026 ya podríamos montar en el tren, nosotros ya sabíamos que era mentira. ¿Por qué? Porque buscamos los contratos y vimos que muchos terminaban a lo largo de 2026. Vamos, que si las obras se acaban en el tercer o cuarto trimestre de 2026, difícilmente podríamos subirnos al tren ese mismo año.
Luego, cuando prometieron 2027, también teníamos nuestras dudas. Y recientemente hemos tenido una confirmación más que clara: el gobierno nos envía una nota anunciando una nueva licitación para la compra de traviesas pero no nos cuenta lo esencial: el plazo de ejecución del contrato. ¿Y cuál es el problema? Que la duración del contrato es de 36 meses, y la apertura del primer sobre será a finales de enero. Si todo va bien, en marzo de 2025 adjudicarán el contrato, y tres años después, en marzo de 2028, se acabarán de poner las traviesas. Sí, han leído bien, finales de 2028.
Después de poner las traviesas, habrá que probar el sistema, lo que llevará al menos seis meses aunque lo habitual es un año. Así que, con suerte, en 2029. Pero ya sabemos cómo van estas cosas, así que tampoco apostaría mucho dinero.
Ah, y un detalle más: en octubre de este año debería haberse terminado un tramo del AVE. ¿Han oído a algún miembro del gobierno, incluido el subdelegado José María Martín, decir que ese tramo está acabado? Yo tampoco. Curioso, ¿verdad? Un gobierno que dice ir cumpliendo los plazos, pero que no anuncia la finalización de un tramo.
Así que, queridos lectores, no puedo evitar preguntarme: ¿debería el gobierno aplicarse a sí mismo esta nueva ley contra los bulos? Porque, visto lo visto, parece que no les vendría nada mal.
Agenda
