Estoy deseoso de que llegue la próxima rueda de prensa del PSOE de Almería… ansioso por ver si en el atril del compareciente seguirán colgando el calendario de los días que esta provincia lleva sin obras del AVE… aunque todos sepamos que no es un AVE pese a lo que en su día prometió el PP, luego prometió el PSOE, después volvió a prometer el PP… y hasta hoy; y a pesar que las obras han comenzado si nos atenemos a lo dicho por el PP en relación al paso a nivel de El Puche, o no han comenzado según el PSOE, a pesar de las licitaciones y adjudicaciones que ya se han realizado.
Si nos creemos a Pedro Sánchez… que en fin, es el que prometió que no pactaría con Podemos ni con los independentistas ni para una moción de censura, y ahí le tienen, de presidente gracias a todos ellos… pues se van a respetar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para este año al que le quedan seis meses de ejecución, y que lo hace por responsabilidad, si bien cuando ganó José Luis Zapatero, por la misma razón paralizó el Plan Hidrológico… y la misma razón no es la responsabilidad, claro, es el pacto para lograr apoyos, entonces con ERC y CiU y ahora también con el PNV.
Pero si nos lo creemos, si nos creemos que esos presupuestos "malísimos" para Almería se van a mantener, al menos nos queda la esperanza de que las inversiones del AVE van a llegar según lo comprometido para 2018, pero el problema es que se trata de un proyecto plurianual, por lo que no sabemos qué ocurrirá en 2019 y 2020, que sí serán unos PGE marca Sánchez.
Y es que parece razonable que el PSOE agradezca el cariño recibido por el PNV, y cómo no, que haga lo propio con las formaciones catalanistas, ambas en el gobierno de sus respectivos territorios y que –si no se han independizado para entonces- exigirán más “parné” para no armarle un cisco como a Mariano Rajoy.
No solo eso, sus amigos de Podemos es posible que exijan determinadas inversiones, a las que Sánchez tendrá que ceder, no tanto por agradecimiento, si no para minimizar las críticas de “traidor a la gente” que antes de que acabe este año le estará escupiendo ese ejemplo de coherencia y dignidad de la clase obrera que es Pablo Iglesias, y también su miniyó Garzón.
Vamos a observar como la Mesa del Ferrocarril pide calma, comprensión mientras se produce el relevo, luego escucharemos que son los presupuestos de Rajoy, y cuando lleguen los de 2019… silencio clamoroso si no se hacen las inversiones, y nulo reconocimiento al PP si por casualidad el PSOE lograra mantener las previsiones plurianuales del ya exministro Íñigo de la Serna.
A ver qué ocurre en la próxima rueda de prensa del PSOE con su famoso calendario.