La dictadura en la que se está convirtiendo España da auténtico miedo. El PSOE ha registrado una proposición de ley en el Congreso de los Diputados para evitar que determinadas asociaciones, encargadas de luchar por los derechos fundamentales de todos, puedan realizar su trabajo.
El mismo documento suprimiría, además, el delito contra los sentimientos religiosos que cometen constantemente personas afines a la izquierda más radical. Parece que la labor actual de la acusación particular realmente molesta y ya no lo soportan más.
Con este cambio de legislación se desea neutralizar para que puedan delinquir a sus anchas, gozando de una impunidad. Las consecuencias pueden ser devastadoras, pero todavía la ley no está aprobada y están en la obligación nuestros representantes de trabajar institucionalmente para impedir esta deriva hacia una democracia popularista al estilo venezolano.
Nos quieren fuera de los Tribunales y eso sólo demuestra que el trabajo de la oposición del PP y VOX, actualmente, les incomoda, así como la labor periodística que tiene una impronta profesional independiente a la servidumbre de cualquier poder político.
Quieren seguir riéndose de nuestras creencias, burlándose de nuestra fe y haciendo mofa de nuestras tradiciones, sin tener que enfrentarse a las consecuencias penales que ello supondría.
Por ello, además de suprimir el delito contra los sentimientos religiosos, van a dificultar que organizaciones con un determinado perfil ideológico o de creencias puedan presentar denuncias, lo harán restringiendo mucho cómo y cuándo se puede actuar.
Si finalmente esta ley se materializa, nos enfrentaríamos a verdaderos problemas para poder denunciar acciones tales como la blasfema estampa de Lalachús, el escarnio del alcalde de Soria subido al papamóvil, o a la pareja que mantuvo sexo en un altar de Jaén.
Nos esperan grandes retos este año, a pesar de la desgracia política permanente que padecemos y desde luego el Gobierno no invita a otra cosa, teniendo en cuenta que paralelo a nuestro "Jubileo de la Esperanza", ellos tienen pensado hacer uno del franquismo como cortina de humo al desastre de España en prosperidad y bienestar.
Nos quieren indefensos, pero no se lo deberíamos de permitir ejercitando todos los canales democráticos. Por eso, tenemos que manifestar nuestro rechazo a esta dictatorial proposición de ley y ejercer presión para impedir que salga adelante, al poder conllevar un paso más para que los católicos desaparezcamos de la vida pública y no podamos luchar por defender nuestra fe. En fin, ¡qué Dios nos ampare!