El imperio del invernadero naciente

La expansión de los invernaderos se observa a nivel mundial, siendo China, el gigante en producción industrial y tecnológica, responsable del 60% de la superficie dedicada a la producción de frutas y hortalizas. Analistas sostienen que esta situación no representa un riesgo para las exportaciones de la agroindustria almeriense hacia los mercados comunitarios.

China alberga seis de cada diez hectáreas de invernaderos en funcionamiento a nivel global. Desde 1990, la producción total de frutas y hortalizas en este país ha crecido de manera significativa, pasando de menos de 100 millones de toneladas a más de 600 millones en 2020, lo que representa un incremento por seis. La agroindustria china se centra en conglomerados ubicados en la periferia de grandes ciudades, donde ha surgido una expansión que funciona como una zona de aprovisionamiento. Estas áreas periurbanas cercanas a las urbes han sido el escenario de este desarrollo.

El consumo interno se erige como el principal motor del acelerado aumento en la producción. Asimismo, se ha señalado que el desarrollo de la agricultura bajo invernadero representa una de las áreas clave para realizar inversiones en las políticas chinas orientadas a disminuir la pobreza en las zonas rurales.

Cerca del 6% de la superficie total de invernaderos se encuentra en España, donde la producción china no es vista como una amenaza. Almería desempeña un papel fundamental en el suministro de frutas y hortalizas en los mercados comunitarios. Según han señalado los expertos, 'en principio no hay preocupación', ya que el crecimiento de la producción en China está dirigido principalmente al consumo interno.

El top cinco mundial en superficie total de invernaderos lo conforman Italia, México y Turquía. Este fenómeno global muestra la transformación que está experimentando el comercio agrícola internacional gracias a una máquina integrada.

Es importante tener en cuenta que 'la distancia' representa un obstáculo significativo para la exportación de productos almerienses hacia China. La naturaleza altamente perecedera de los productos agrícolas agrava aún más las dificultades en su transporte a un mercado tan distante. Los analistas han indicado: 'Nos va a costar trabajo llegar', refiriéndose así a los retos logísticos que se presentan.