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Este mes de septiembre se cumple el 151 aniversario de la creación del marquesado del Almanzora, un título nobiliario español que ha tenido una gran importancia para la provincia de Almería, tanto en el ámbito político como económico y social. El primer marqués del Almanzora fue Antonio Abellán y Peñuela, un destacado político e industrial almeriense del siglo XIX, que recibió el título de manos del rey Amadeo I de España el 5 de septiembre de 1872.
Con el paso de este más de siglo y medio, la existencia de este marquesado ha posibilitado que sus titulares, y por tanto el nombre de Almería, llegara a emparentar con la Familia Real, aunque luego... cosas que pasan, y tal como pasan te las contamos en este reportaje.
¿Quién fue Antonio Abellán y Peñuela?
Antonio Abellán y Peñuela nació en 1822 en la localidad almeriense de Almanzora, que da nombre al título nobiliario. De origen noble, estuvo vinculado a una de las familias de propietarios agrarios de la zona, que controlaban gran parte de la riqueza agrícola de Cuevas. Su posición privilegiada le permitió invertir en las primeras sociedades mineras de la sierra Almagrera, lo que le reportó grandes beneficios económicos.
Abellán fue también un hombre de ideas liberales, que participó activamente en la vida política de su época. Fue alcalde de Cuevas, diputado a Cortes por Almería, Sorbas y Vera, senador vitalicio del Reino y caballero gran cruz de la Orden de Isabel la Católica. Apoyó al rey Amadeo I de Saboya, el primer monarca elegido por las Cortes tras la revolución de 1868, y fue invitado a la presentación del infante y miembro de la comitiva que acompañó al rey a Portugal para su exilio.
¿Qué significó el marquesado del Almanzora para Almería?
El marquesado del Almanzora fue un reconocimiento a la trayectoria y el prestigio de Antonio Abellán, que lo convirtió en uno de los hombres más influyentes de Almería. El título hacía referencia al palacio del Almanzora, situado en el término municipal de Cantoria, que Abellán compró a los descendientes del marquesado de los Vélez y reformó hasta convertirlo en un gran palacio de 2.484 metros cuadrados. El palacio fue el centro de su actividad empresarial y social, y también el lugar donde recibió a personalidades ilustres como el escritor Benito Pérez Galdós o el pintor Joaquín Sorolla.
Pero el marquesado del Almanzora no solo fue un símbolo de poder y riqueza, sino también de generosidad y mecenazgo. Antonio Abellán y su esposa Catalina Casanova, a quien Alfonso XIII concedió el condado de Algaida, fueron unos grandes benefactores para la comarca del Almanzora y para toda la provincia. Entre sus obras destacan las donaciones a centros benéficos que atendían principalmente a ancianos, la restauración y enriquecimiento de templos católicos en Cuevas de Almanzora, Pulpí, Cantoria y Tíjola, o la construcción de escuelas, fuentes y hospitales. Uno de los grandes hitos recordados de esta pareja de marqueses fue conseguir que el tren parase justo en la puerta de su casa.
¿Qué ha sido del marquesado del Almanzora?
El marquesado del Almanzora ha pasado por varias generaciones hasta llegar al actual titular, José Antonio Abellán de Marichalar, comandante del Ejército del Aire, casado con María Teresa de Marichalar e Iriarte, hija de los marqueses de Marichalar. El palacio del Almanzora sigue siendo propiedad de la familia Abellán, aunque se encuentra en estado ruinoso y necesita una urgente rehabilitación. En 2019 se inició un proceso judicial para declarar el palacio como Bien de Interés Cultural y evitar su deterioro.
El marquesado del Almanzora es, por tanto, un título nobiliario con historia y relevancia para Almería, que refleja la trayectoria de una familia que ha dejado su huella en la provincia. Su aniversario es una ocasión para recordar y valorar su legado, así como para reivindicar la conservación de su patrimonio.
La conexión con la Familia Real
Los marqueses de Marichalar son un título nobiliario español creado en 1869 por el pretendiente carlista Carlos VII a favor de Joaquín de Marichalar y Lapedriza. El actual titular es Miguel Javier de Marichalar y Aranzadi, que es hermano de Jaime de Marichalar, el exmarido de la infanta Elena de Borbón.
La relación entre los marqueses de Marichalar y la familia real española se inició en 1995, cuando Jaime de Marichalar contrajo matrimonio con la infanta Elena, hija mayor del rey Juan Carlos I y la reina Sofía. El enlace se celebró en la catedral de Sevilla y fue el primer matrimonio entre un miembro de la familia real y una persona sin sangre real desde 1906. El matrimonio tuvo dos hijos: Felipe Juan Froilán, nacido en 1998, y Victoria Federica, nacida en 2000.
Sin embargo, la relación entre los marqueses de Marichalar y la familia real se deterioró con el paso del tiempo, debido a las diferencias de carácter y estilo de vida entre Jaime y Elena. En 2007, la pareja anunció su separación de hecho y en 2009 se produjo el divorcio. Desde entonces, Jaime de Marichalar dejó de ostentar el tratamiento de Excelentísimo Señor y la condición de miembro de la familia real. A pesar de la ruptura, Jaime mantuvo una relación cordial con la reina Sofía, que siempre le mostró su afecto y apoyo.
Actualmente, los marqueses de Marichalar siguen vinculados a la familia real a través de sus hijos, que son nietos del rey emérito Juan Carlos I y sobrinos del rey Felipe VI. Los hijos de Jaime y Elena tienen el título de Grande de España y el tratamiento de Excelentísimos Señores, pero no forman parte de la línea sucesoria al trono. Los marqueses de Marichalar también son primos lejanos del rey Felipe VI, ya que ambos descienden del infante Francisco de Paula de Borbón, hermano menor del rey Fernando VII.
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