El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que el Producto Interior Bruto (PIB) de España creció un 0,8% durante el tercer trimestre de 2024 en comparación con el trimestre anterior, destacando un aumento significativo del gasto público, que ha marcado su ritmo más elevado en casi tres décadas.
Este crecimiento trimestral ha permitido que el PIB avance un 3,3% en tasa interanual, lo que representa una ligera mejora de una décima respecto al segundo trimestre del año. Sin embargo, esta cifra no alcanzó las expectativas, que esperaban un crecimiento del 3,4%.
El Papel del Gasto Público
El incremento del PIB se ha visto especialmente impulsado por el gasto público, que avanzó a un ritmo trimestral del 2,2%, 1,6 puntos porcentuales más que en el trimestre anterior, marcando el mayor ritmo de crecimiento del gasto público desde hace casi 30 años. Este aumento ha sido fundamental para sostener la economía, compensando la desaceleración en otros sectores.
El consumo de los hogares también contribuyó positivamente, creciendo un 1,1% en el trimestre, una décima más que en el periodo anterior. Sin embargo, la inversión retrocedió un 0,9%, entrando en negativo tras tres trimestres de crecimiento, debido principalmente a la caída de la inversión en vivienda.
Análisis y Perspectivas
La demanda interna ha sido el principal motor de este crecimiento, aportando 2,7 puntos al incremento interanual del PIB, mientras que la demanda externa ha contribuido con 0,7 puntos. Este escenario refleja una economía que, aunque no ha alcanzado las expectativas, muestra signos de cierta solidez gracias al apoyo del sector público.
Los expertos señalan que este impulso fiscal podría ser sostenible en el corto plazo, pero advierten sobre la necesidad de equilibrar las finanzas públicas para evitar desequilibrios futuros. Además, el contexto internacional y la evolución de la inflación serán claves para determinar si esta tendencia de crecimiento puede mantenerse o si requiere ajustes.
En resumen, el tercer trimestre de 2024 ha dejado claro que el gasto público ha jugado un papel crucial en el crecimiento económico de España, aunque el panorama global y la política fiscal nacional seguirán siendo determinantes para la evolución futura de la economía.