El topless pierde adeptas en las playas de Almería

La práctica del topless, que hace unos años era habitual en las playas europeas, está en retroceso. Cada vez menos mujeres se atreven a mostrar sus pechos al sol por miedo a que sus imágenes sean difundidas sin su consentimiento en internet. Según la Policía Nacional, se han detectado más de 300 páginas web que publican fotos de mujeres en topless tomadas sin su permiso en las playas españolas,y basta hacer una búsqueda en el navegador con palabras clave para encontrarlas, unas gratuitas y otras de pago, y siempre alojadas en servidores extranjeros contra los que es casi imposible actuar legalmente.

Esta situación afecta también a las playas de Almería, donde hay una larga tradición naturista. En la provincia almeriense existen al menos 25 playas y calas donde se puede practicar el nudismo, aunque solo tres de ellas cuentan con el permiso oficial del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Se trata de El Playazo de Vera, La Juana (Adra) y Cerrillos (Roquetas de Mar).

Sin embargo, muchas de estas zonas naturistas están viendo cómo disminuye el número de bañistas que se quitan la ropa. Algunos ayuntamientos, como los de El Ejido, Mojácar, Adra, Roquetas de Mar y Cuevas del Almanzora, han aprobado ordenanzas que regulan o prohíben el nudismo en sus playas. Además, la presencia de cámaras de vigilancia en algún caso, y de teléfonos móviles principalmente, hace que muchas personas se sientan incómodas o vulnerables al exponer su cuerpo sin saber si se les está fotografiando o grabando, y qué uso podría hacerse después con estas imágenes.

Quienes difunden estas fotos sin consentimiento se enfrentan a penas de hasta 5 años de cárcel e indemnizaciones de hasta 30.000 euros, según el Código Penal. Sin embargo, esto no parece ser suficiente para frenar este tipo de delitos contra la intimidad personal, reconocida por la Constitución.

Desde la Federación Española de Naturismo se defiende el derecho a practicar el nudismo como una forma de libertad de expresión y se reclama una mayor protección legal para los naturistas. También se apela al respeto y la tolerancia entre los usuarios de las playas, sean nudistas o no.

Las playas naturistas de Almería han sido un buen reclamo para el turismo, y en general, el top less está normalizado, pero el mal uso de las tecnologías y los comportamientos incívicos -e ilegales- se han convertido en un auténtico problema.