Un suceso desgarrador sacudió a la localidad de Roquetas de Mar el pasado domingo. La corta existencia de un bebé, que apenas llevaba 40 días de vida, se truncó de forma brutal tras ser sometido a una circuncisión clandestina en el domicilio familiar, tal como adelantaba Diario de Almería en su edición de este martes. Aunque los padres, originarios de Mali, reaccionaron con urgencia ante una alarmante hemorragia, la intervención médica resultó insuficiente para salvar al pequeño.
A resultas de lo ocurrido, y según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), los padres y el sujeto que practicó la intervención fueron detenidos, pero tras pasar a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 7 de Roquetas de Mar, éste acordó la libertad provisional para los padres del bebé, investigados por un presunto delito de homicidio por imprudencia y tendrán que comparecer en sede judicial los días 1 y 15 de cada mes y no podrán abandonar el territorio estatal. El padre del menor prestó declaración ante el juez, mientras que la madre no pudo hacerlo por motivos de salud.
Por su parte, el presunto autor material de la intervención ha ingresado en prisión provisional, comunicada y sin fianza, porque además de ser el presunto autor del homicidio, podría enfrentarese a cargos por ejercicio ilegal de la medicina.
Según las primeras investigaciones, la intervención se realizó en una vivienda de la localidad por un supuesto curandero que carecía de la preparación y de las condiciones higiénicas necesarias para llevar a cabo un procedimiento de este tipo. La práctica, realizada fuera de cualquier centro sanitario, desencadenó una severa pérdida de sangre en el delicado organismo del recién nacido. Hay que recordar que las circuncisiones solo se practican en el sistema público por razones médicas exclusivamente, y en ese caso, por profesionales sanitarios.
Al notar la inusual cantidad de sangrado, los progenitores trasladaron al bebé de inmediato al centro de salud local. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos desesperados del personal sanitario —que luchó contra reloj tratando de frenar la hemorragia y estabilizar al pequeño—, la situación se agravó y el menor falleció aproximadamente una hora después de su ingreso.
La rápida reacción de la justicia y la investigación
Ante la gravedad de la situación y el impacto social de un hecho tan lamentable, la Guardia Civil se activó para esclarecer los detalles y poner fin a esta práctica ilegal. Durante las diligencias, las autoridades procedieron al registro del inmueble donde se llevó a cabo la intervención, intentando recabar pruebas sobre las circunstancias que desembocaron en el trágico desenlace.
El subdelegado del Gobierno en Almería, José María Martín, manifestó su profunda conmoción por los acontecimientos, resaltando que "cualquier práctica de esta índole resulta inaceptable desde el punto de vista ético y penal" y que las autoridades no escatimarán esfuerzos para perseguir este tipo de conductas. Martín subrayó además el compromiso del Gobierno para proteger a la infancia, enfatizando la importancia de garantizar entornos seguros y regulados para cualquier procedimiento médico.
La declaración del subdelegado, que dejó claro que las actuaciones judiciales se intensificarán para evitar la repetición de hechos similares, ha generado un debate público sobre la necesidad de una mayor sensibilización en cuanto a las prácticas tradicionales no reguladas y la importancia de recurrir siempre a profesionales capacitados.
¿Un patrón de prácticas peligrosas?
Aunque el suceso de Roquetas de Mar vuelve a poner en evidencia los riesgos de las circuncisiones realizadas en domicilios particulares, las autoridades no descartan la posibilidad de que el detenido haya participado en intervenciones similares anteriormente. Se están revisando antecedentes y se han hallado indicios de que este hombre podría haber realizado otras circuncisiones sin las debidas garantías sanitarias, lo que agravaría aún más su situación legal y la responsabilidad penal.
Este trágico episodio no solo ha dejado de luto a una familia, sino que también abre un debate sobre la influencia de tradiciones culturales en la realización de procedimientos médicos sin supervisión profesional. Expertos y miembros de la comunidad llaman a la reflexión y a reforzar los controles en estas prácticas, para evitar que se repita una catástrofe como la ocurrida en Roquetas de Mar.