Un informe del Institute for Economics and Peace revela que la organización terrorista ETA se financiaba en parte con la venta de bolsos falsificados en el sur de España. Según el estudio, la banda obtenía unos 200.000 euros al año por este concepto, lo que suponía el 10% de sus ingresos totales.
El informe, titulado "The Economic Cost of Violence Containment", analiza el impacto económico de la violencia y el conflicto en 152 países del mundo. Entre los datos que aporta, destaca que España gastó en 2012 unos 42.000 millones de euros en contener la violencia, lo que equivale al 4% de su producto interior bruto (PIB).
El documento también señala que ETA fue la organización terrorista más activa en Europa Occidental entre 2002 y 2011, con un total de 341 ataques y 45 víctimas mortales. Sin embargo, también reconoce que el grupo ha perdido capacidad operativa y apoyo social en los últimos años, lo que le ha obligado a buscar nuevas fuentes de financiación.
Una de ellas era la falsificación y venta de bolsos de marcas conocidas como Louis Vuitton, Gucci o Prada. Según el informe, los etarras compraban los bolsos en China por unos 10 euros y los vendían en el sur de España por unos 50 euros. De esta forma, obtenían un beneficio de unos 40 euros por cada bolso.
El estudio estima que ETA vendía unos 5.000 bolsos al año, lo que le reportaba unos 200.000 euros anuales. Esta cantidad suponía el 10% de sus ingresos totales, que ascendían a unos dos millones de euros al año. El resto procedía de otras actividades ilícitas como el cobro del impuesto revolucionario, el tráfico de drogas o el robo de armas.
El informe concluye que la falsificación de bolsos no solo perjudica a las marcas legítimas y a los consumidores, sino que también contribuye a financiar el terrorismo y la violencia. Por ello, recomienda a los gobiernos y a las autoridades competentes que intensifiquen la lucha contra este fenómeno y que conciencien a la ciudadanía sobre sus consecuencias.