Felices fiestas

Debe ser que me embarga el espíritu navideño, pero por una vez, estoy de acuerdo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuando ha dicho que estas fiestas son las del afecto, también podría haber dicho que son las del cariño, como podría haber dicho que son las de la solidaridad. Obviamente no habría estado de acuerdo con él si hubiese dicho que son las del odio, el rencor, o el egoísmo, y por eso no entiendo el escándalo que se ha montado por una palabra que es usada reiteradamente por los príncipes de la Iglesia católica en sus pastorales.

Y todo esto pasa, porque la Navidad hace tiempo que dejó de ser solo una fiesta religiosa, como también dejaron de serlo las bodas, los bautizos o las comuniones… como dejó de serlo la propia Semana Santa. Quienes son católicos como quienes no lo son, comparten en estas fechas cada cual como quiere o como puede.

Casi todos los años suele generarse la misma polémica en el ámbito público, porque aunque nuestra Constitución deja meridianamente claro que el Estado es aconfesional, excepcional es el ayuntamiento o el parlamento en el que se no se coloca un belén financiado con dinero público, no hay municipio grande o pequeño que no se engalane con luces, que no tenga su cabalgata de Reyes Magos con mejor o peor gusto, con mayor o menor presupuesto.

Puestos a liarla, los hay que también se ofenden con las felicitaciones, porque en su radicalidad no aceptan ni tan siquiera que se les felicite si no es como ellos quieren, cuando no hay nada mejor que alguien, quien sea, te la desee, porque sí… sin más.

Personalmente, siempre deseo en estos días felices fiestas… y no tiene nada que ver con ninguna aversión religiosa, porque también suelo felicitar el Ramadán, y cuando he estado relacionado con judíos tampoco tenía ningún problema en felicitarles la Pascua.

¿Entonces por qué en Navidad algunos decimos felices fiestas?

En realidad es bastante obvio para quien no lleve anteojeras por la vida. En algo más de dos semanas nos felicitamos la Nochebuena, el Día de Navidad, nos deseamos una feliz salida y entrada de año, así como un feliz Año Nuevo, y por supuesto, nos deseamos unos felices Reyes Magos. Unas fiestas tan seguidas merecen una felicitación resumida.

¡Que tengan ustedes unas felices fiestas!

Se lo deseo con todo mi afecto.