El Corredor Mediterráneo recupera su longitud máxima hasta la frontera con Ucrania
La Presidencia española del Consejo de la Unión Europea ha anunciado esta semana un acuerdo provisional con el Parlamento Europeo para la revisión del Reglamento de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T), con implicaciones significativas para la provincia de Almería, y a pesar de estar como máximo responsable el también presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, éstas no son buenas.
A pesar de las expectativas iniciales que rodeaban dos proyectos clave, se confirmó que estas actuaciones no serán parte de la revisión. En particular, la línea de Alta Velocidad Utrera-Granada-Almería, diseñada para el transporte ferroviario de pasajeros y mercancías, fue excluida como actuación prioritaria, por lo que la vertebración horizontal de Andalucía tendrá que seguir esperando.
A pesar de que el Parlamento Europeo había aceptado inicialmente la propuesta del Partido Popular para este proyecto el pasado abril, ahora ha decaído con el argumento de priorizar la finalización de corredores ferroviarios ya en construcción, como el Corredor Mediterráneo en los tramos Granada-Almería y Almería-Región de Murcia.
Otra actuación descartada es la mejora de las comunicaciones por carretera entre Almería y la localidad granadina de Guadix, que, a pesar de proponerse para su inclusión en la red global europea de transporte para el año 2050, también fue excluida.
Además, el Consejo de la Unión Europea ha rechazado la construcción de un nuevo tramo ferroviario entre Granada capital y Motril para el transporte de pasajeros y mercancías, un proyecto que incluía la conexión hasta el puerto motrileño. A pesar de haber sido inicialmente incluido por el Parlamento Europeo en la red global con horizonte de ejecución en el año 2050, este proyecto fue excluido del acuerdo.
El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible anunció el acuerdo provisional en un comunicado el pasado martes. La revisión del Reglamento de la Red Transeuropea de Transporte tiene como objetivo impulsar el desarrollo de una red de transporte fiable y de alta calidad que garantice una conectividad sostenible en toda Europa. La nueva legislación pone énfasis en la finalización de las secciones transfronterizas de los Corredores Europeos de Transportes, como el Atlántico y el Mediterráneo.
A pesar de las exclusiones, el nuevo reglamento refuerza la importancia de la interoperabilidad ferroviaria, promoviendo un transporte de mercancías más eficiente y los servicios de autopistas ferroviarias en determinados itinerarios. El Corredor Mediterráneo, que recupera su longitud máxima hasta la frontera con Ucrania, será el único corredor que cruza Europa de oeste a este en su totalidad.
El acuerdo, respaldado por la Comisión Europea, establece plazos claros para el desarrollo y modernización de la red, con la red básica programada para completarse en 2030, la red básica ampliada en 2040, y la red global en 2050. Estos plazos homogéneos se aplicarán a los 27 países miembros de la UE, según los criterios establecidos en el nuevo reglamento.