Hasta hace unas semanas y desde hace casi veinte años, el Ayuntamiento de Fiñana se ha hecho cargo de mantener vivos los refugios de Ubeire y la Dehesa de la Hiedra. Los dos emplazamientos están en la parte almeriense de Sierra Nevada y ambos son refugios de montaña por los que han pasado miles almerienses y numerosos visitantes de toda índole, todos ellos amantes de naturaleza.
Durante casi veinte años, todos los fines de semana, familias o grupos de amigos han convertido estos lugares en la base de extraordinarias aventuras en la montaña, grandes convivencias gastronómicas y enormes fábricas de imborrables recuerdos.
A partir de ahora, posiblemente será un club de montaña o una federación de estos la que gestione las reservas, entradas, salidas y puesta a punto de Ubeire y Dehesa de la Hiedra tras cada visita porque nosotros, como Ayuntamiento de Fiñana, ya no podemos más.
Hemos hecho hasta campamentos de verano con voluntarios para, durante años, poder acometer en verano los arreglos que al final de cada temporada de invierno son necesarios de cara a abrir en el otoño siguiente con un mínimo de mantenimiento.
Durante años venimos reclamando algo de ayuda para captación de agua, depuración de residuales, accesos, senderos etc… Nunca nos han auxiliado a nada. Nadie da respuestas.
Cada vez que viene alguien, lo crean o no, con lo que se paga no se cubre el coste de mantenimiento. De hecho, el objetivo de los refugios no es ganar dinero, sino adeptos a un espacio natural que necesita de muchos enamorados del entorno para poder mantenerlo entre todos y, lo más importante, para todos.
Igual, ese desentendimiento de la Junta de Andalucía sobre cuestiones que tienen que ver con Sierra Nevada más allá de la estación de esquí, ayuda a comprender por qué nos ponemos a temblar cuando la consejería de Medio Ambiente te dice como ayuntamiento, sin más, que va a ampliar la reserva de la Biosfera. Si cuando tienen un convenio que les obliga a actuar no lo hacen, cuando no lo hay ya es como ser víctima en una película de terror.
El pasado 17 de abril renunciamos al convenio y a partir de ahora, tanto los aplausos como las quejas por el estado de conservación de los refugios Ubeire y Dehesa de la Hiedra, que se los lleve otro. Nosotros no podemos seguir aguantando en soledad esta situación, porque no es bueno ni para los usuarios ni para las propias instalaciones.
Con menos de lo que cuesta el mantenimiento de tres días de los equipos humanos y técnicos de asesores, fotógrafos y gestores de redes sociales del consejero del ramo se arreglan y cubren todas las necesidades de ambos enclaves. Igual la clave está ahí, en que necesite subir hasta Ubeire para hacerse una foto para Instagram y así todo se arregla, pero el problema es que todos estos sólo pisan el monte cuando vienen a hacerse la foto el día del incendio.
Y ya está bien.