En una reciente entrevista con María José Caballero, portavoz de Greenpeace, se abordaron temas críticos que afectan al medio ambiente en la provincia de Almería. Desde la controvertida construcción del hotel del Algarrobico hasta la problemática de los residuos nucleares en Cuevas de la Almanzora, Caballero expone su visión sobre la necesidad urgente de tomar medidas para proteger nuestro entorno.
Hotel del Algarrobico
La historia del hotel del Algarrobico es un ejemplo emblemático de cómo las decisiones administrativas pueden afectar gravemente el medio ambiente. "Son más de veinte años desde que se empezó a construir el hotel", señala Caballero, enfatizando la frustración que sienten tanto Greenpeace como los ciudadanos ante la inacción del Ayuntamiento de Carboneras. A pesar de las sentencias judiciales que ordenan la demolición del hotel, "nos encontramos con un ayuntamiento que es muy reacio a cumplir sentencias".
Caballero subraya que "hay incluso partidas presupuestarias por parte de los presupuestos andaluces para acometer la demolición del hotel ilegal y la restauración de la zona". Sin embargo, el cumplimiento sigue siendo esquivo. "La justicia no está actuando bien y lo hemos llevado a Estrasburgo", añade, poniendo de manifiesto la desesperación ante un sistema judicial que parece no rendir cuentas.
Frente a quienes acusan a los ecologistas de ir contra el progreso de los habitantes del parque natural Cabo de gata, Caballero responde que "Andalucía puede estar muy orgullosa, existen planes que rigen lo que se puede y lo que no se puede hacer. Hay muchísimas actividades que se pueden llevar a cabo que tienen un impacto económico y social muy positivo, sin que implique reformar, construir, llámalo como quieras, pero abrir la puerta a hoteles dentro del corazón del parque natural no creemos que sea la solución. Ya hay muchísimos, porque desvirtúa lo que supone un parque natural, porque desvirtúa que sea una auténtica joya y además en el caso del Cabo de Gata, por las características que tiene el parque natural, es único".
Palomares
Otro tema candente es el manejo de los residuos nucleares en Cuevas de la Almanzora. A medida que se acerca el 60 aniversario del accidente, Caballero expresa su preocupación: "Lo que pedimos es que ya vamos a llegar a los 60 años del accidente y todavía las Administraciones... no ha habido ninguna solución". La falta de acción política es alarmante, y destaca cómo esta situación podría volverse catastrófica si ocurren eventos meteorológicos extremos.
"Falta muchísima valentía política y muchísima defensa de todas las personas que han sufrido esa contaminación radioactiva", afirma Caballero. La urgencia es palpable; "el tiempo juega en nuestra contra", advierte, recordando que los isótopos radiactivos persisten durante cientos o miles de años.
La pesca sostenible: un dilema global
El debate sobre la pesca también fue un punto central en la conversación. Con respecto a las restricciones impuestas a los pescadores en el Mediterráneo, Caballero argumenta: "Cuando Europa lleva 20 años diciendo que los caladeros están en mal estado, es muy difícil pensar que otras flotas van a dejar de pescar". La solución no es sencilla; implica una adaptación al modelo sostenible.
"Es muy difícil pensar que, aparte de la flota italiana, la flota francesa, la flota española, todos los miembros de la Unión Europea, que son las mayores que hay, puedan venir otras flotas, porque para eso existen las organizaciones regionales de pesca a las que se les vaya a decir, no, no, pesca tú, que los franceses, italianos, españoles, griegos se van a quedar mirando por la borda mientras vosotros pescáis. Eso no es así" asegura.
"Si hay menos pescado lo ideal sería consumir menos pescado", sostiene Caballero. Este enfoque resuena con su visión general sobre el uso responsable de recursos naturales limitados. “Los recursos son finitos”, enfatiza, instando a repensar nuestras prácticas alimenticias y económicas.
"El recorte es tan drástico porque las poblaciones están en muy mal estado. Lo que científicamente está demostrado es que cuando tú dejas a una población que se recupere, la recuperación, por suerte, tenemos esa increíble suerte, la naturaleza es muy generosa y se recupera en muy poco tiempo." afirma la ecologista.
Desaladoras y sequía
La sequía en Almería también fue objeto de análisis. Aunque se han construido desaladoras para paliar este problema, Caballero advierte sobre sus costos ambientales y energéticos. “No hay recursos en este planeta", dice con claridad, sugiriendo que debemos replantearnos nuestras prioridades y hábitos para asegurar un futuro sostenible.
"Si siempre queremos más agricultura... no hay recursos", insiste, haciendo eco de una realidad cada vez más apremiante. En lugar de buscar soluciones rápidas y temporales como el trasvase del Ebro o aumentar la capacidad desaladora, propone una revisión profunda del modelo agrícola actual.
En ese sentido abunda en que "España tiene un riesgo de desertificación, el mayor en Europa, junto con Grecia y Almería está dentro de estas zonas, con lo cual si queremos que haya actividades sostenibles en Almería, actividades económicas y sociales y que aporten riqueza a la población, tenemos que ver los recursos que tenemos, las diferentes opciones, las opciones del trasvase, de los trasvases en general son una solución a muy muy corto plazo, porque por desgracia no es sólo Almería quien sufre riesgo de desertificación, sino que es toda la península ibérica, con lo cual no sobra agua en ningún lado, el trasvase del Ebro, la sequía que tiene Cataluña es peor que la sequía que hay en Andalucía, quitando algunas zonas muy determinadas y con respecto a las desaladoras, a obtener agua, esto tiene un coste energético muy elevado que es asumible cuando la situación de sequía es tan grave como la que hemos sufrido, no este año, pero sí en muchas zonas el año pasado y comienzos de 2024, por lo cual insisto, podemos pensar, mira yo quiero tener agua hoy y me da igual lo que pase mañana, pero eso no es una medida, porque los recursos que tenemos en el planeta son finitos y porque el cambio climático nos está desbaratando todo lo que pensábamos que teníamos en cuanto a recursos, no es una solución desde luego sostenible y que se pueda mantener."
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