El centro del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) en La Mojonera, de la Junta de Andalucía, ha impartido una nueva jornada formativa sobre la aplicación de nuevas formas de entutorado y uso de rafias biodegradables, con el objetivo de facilitar la adecuada gestión de los restos vegetales.
El delegado territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Antonio Mena, acompañado por el director del centro, Álvaro Sánchez, ha señalado durante su intervención al inicio de la actividad, que el uso de rafia con materiales biodegradables o biocompostables, en vez del plástico, facilita el compostaje y por lo tanto, la economía circular, reduciendo así el impacto del sector agrícola en el medio ambiente. Además, ha destacado que este tipo de rafias alternativas se puede incluir dentro de los Fondos Operativos de las cooperativas.
En concreto, la jornada ha versado sobre la gestión de insumos plásticos y la utilización de insumos alternativos, refiriéndose a nuevos materiales para el entutorado de las plantas como método sustitutivo de la rafia tradicional, lo cual pasa por ser uno de los grandes retos en cuando al reciclaje y gestión de los residuos no orgánicos de un invernadero hoy por hoy.
Mena ha indicado que “tenemos que avanzar en la sostenibilidad del sector agroalimentario” y que una buena gestión de los residuos de la actividad agraria es un aspecto clave. Ha reconocido el delegado que “hemos progresado en los últimos años en cuanto a economía circular” y que de hecho “un porcentaje altísimo de agricultores gestionan adecuadamente los residuos generados en sus explotaciones”. También ha añadido que “somos conscientes que aún tenemos retos que solo pueden ser asumidos desde la unión del sector y la Administración”.
Durante la formación se ha hablado de las rafias fabricadas con materiales alternativos como son los polímeros biocompostables a base de almidones, aceites vegetales y sus combinaciones; así como el hilo de celulosa-viscosa; el algodón o el yute. Se trata de rafias alternativas que ya están demostrando su utilidad, así como su menor coste con respecto a la rafia de polipropileno, si se tienen en cuenta los distintos costes de gestión que se cobran a los agricultores en función de si entregan el resto vegetal con o sin rafia en el gestor de residuos agrarios.
Asimismo se han mostrado técnicas de entutorado que permiten una fácil separación de la rafia y el resto vegetal al final del cultivo, de modo que se permite la reutilización de la rafia y una gestión eficaz del resto vegetal.
Ifapa trata en su centro de La Mojonera (Almería) la gestión integral de restos de cultivo y los sistemas de entutorado dentro del Programa Recicland, que impulsa la Junta de Andalucía a fin de llevar a cabo una transferencia de tecnología y conocimientos hacia los técnicos, agricultores y demás agentes del campo en materia de economía circular dentro del sector agrario.
Proyecto Recicland
El proyecto de transferencia de tecnología RECICLAND, acrónimo de “Actividades de demostración e información para la gestión de residuos sólidos derivados de la horticultura protegida”, se puso en marcha a iniciativa de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía y está gestionado a través del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (IFAPA), con financiación FEADER.
El objetivo general de este proyecto es el desarrollo de actividades demostrativas piloto, informando de modo práctico sobre diferentes técnicas para la gestión específica de residuos plásticos y restos vegetales. Las actividades de transferencia van dirigidas principalmente a agricultores y técnicos y también a la propia sociedad para concienciar de que la gestión de los restos agrarios debe contemplarse desde la perspectiva de la bioeconomía y la economía circular.
El delegado ha explicado que el proyecto surgió ante la necesidad de desarrollar estrategias específicas que permitan establecer un procedimiento claro y sencillo para una correcta gestión de los residuos agrarios ya que existen normas específicas que regulan cada tipo de residuo, siendo una complicada carga documental especialmente para el agricultor de pequeñas explotaciones.